La yudoca lucense Sara Álvarez, dominadora nacional, tuvo que someterse a una operación para recomponer los ligamentos de la rodilla que se dañó en el 2009
14 may 2014 . Actualizado a las 11:29 h.A principios de marzo, en una concentración en Madrid con la selección española de yudo, Sara Álvarez sintió unas molestias en su rodilla, la misma que se lesionó un fatídico mes de octubre en París, hace cinco años. «Noté como que se me iba un poco», dice. Fueron a urgencias, pero casi a continuación tenían prevista una revisión rutinaria, en la que se confirmó que debía recomponer el ligamento cruzado anterior y el lateral externo. Se operó el 22 de marzo, y tendrá que estar seis meses de baja.
«Son los riesgos del deporte, y más al máximo nivel. Ya tenía asumido que podía pasar», dice Sara en un tono que denota una gran fortaleza mental. Ya superó una situación muy difícil («eso ya está olvidado», refrenda), rompiendo con todas las expectativas, y volviendo a conseguir títulos continentales, como el Europeo sub-23 en el 2011.
Cuenta Sara que tenía «la rodilla muy fuerte», a base de mucho trabajo todos estos años, en los que salía a competir con absoluta normalidad, consiguiendo la hegemonía total en su categoría de más de 78 kilos en España.
En el quirófano le colocaron dos nuevos implantes. «No es que tuviera los ligamentos rotos, sino laxos», explica. Fue intervenida de nuevo por los doctores Manuel Leyes y Luisa Ibáñez. «La rodilla se encuentra de nuevo estable», ratifica.
Proceso de recuperación
La escayola que protegía su pierna fue retirada, y ahora utiliza una rodillera. Tiene que desplazarse con muletas, pero ya comenzó la recuperación. «Voy una hora todas las mañanas a la piscina; después, fisioterapia. Acabo comiendo a las cuatro de la tarde todos los días», repasa.
Asegura que no tiene «prisa». Pese a todo, incluso vuelve a adelantar plazos en cuanto a movilidad. «Todos quieren que me recupere cuanto antes, pero lo importante es hacerlo bien», confirma. El día 19 tendrá la siguiente revisión.
Su recuperación total coincidirá con el nuevo ciclo olímpico, tras el verano. Río de Janeiro es su siguiente meta. Ahora, solo piensa en su recuperación, y en su trabajo como seleccionadora gallega de categorías inferiores. Con los pequeños, reconoce que lo pasa peor que cuando ella compite: «Me pongo más nerviosa, es como si tuviera una responsabilidad mayor. Pero me gusta mucho entrenarlos, es otro punto de vista».
Sara Álvarez Yudoca