La vigesimoquinta edición del Rali Botafumeiro arrancó con vocación ambiciosa y se cerró con el respaldo del público y con un notable impulso de cara al futuro. No es fácil cuantificar el número de espectadores que se dieron cita en las cunetas del trazado cronometrado, pero sí hay un dato significativo: en la Superespecial de Amio, en la que los aficionados pagaban por acceder al recinto, entre el viernes y el sábado se movieron cerca de cinco millares de seguidores. Bastantes más el primer día, porque la final de la Champions se hizo notar en la afluencia.
Se pudo comprobar también ese efecto en el tramo de Touro. Nada tuvo que ver la estampa de la primera de las pasadas, a media tarde, con la de la segunda, cuando ya se acercaba la hora del Real Madrid-Atlético de Madrid.
Sin el tramo de Lampai
Lo único que no le salió bien a esta edición del Rali Botafumeiro fue la supresión del tramo de Lampai, que recibió un informe negativo de la Policía Local de Padrón.
La escudería propuso acortar el trazado y eliminar una parte del trazado, pero aun así había un pequeño sector que pasaba por el municipio padronés y no recibió el visto bueno.
En el apartado de los accidentes, dos fueron los sustos de consideración que, finalmente, no pasaron a mayores.
El viernes, Alberto Meira atropelló a uno de sus mecánicos, que tuvo que se trasladado al hospital. La organización confirmó que ya había recibido el alta, tras recibir dos puntos de sutura y constatar las pruebas médicas que sufría una luxación. El sábado, en Rois, Álvaro Muñiz se salió de la pista y chocó contra un muro. Su copiloto, Paula Ramos, también requirió asistencia hospitalaria, con dolores en la espalda. Sufre una fisura en una vértebra.
Iván Ares, líder
En el plano deportivo, Iván Ares no pudo conseguir su tercer triunfo consecutivo en el calendario gallego, pero supo conservar la segunda plaza por detrás de Víctor Senra y se afianza al frente de la clasificación autonómica.