Eibar: La explosión del equipo armero

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN / LA VOZ

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El Eibar, con sus 27.000 habitantes y el pequeño Ipurúa, irrumpe en Primera División en un hito con escasos precedentes en el fútbol español

27 may 2014 . Actualizado a las 17:20 h.

Ochenta y seis años lleva la Primera División en juego. Setenta y cuatro hace que decidieron unirse el Deportivo Gallo y la Unión Deportiva Eibarresa para fundar el Eibar Fútbol Club. Los caminos confluyen a partir de agosto. Como para celebrar con su debut en la élite el 75º aniversario de la sociedad armera. Un hito histórico no solo para el Éibar, sino para el fútbol español. Es el último ejemplo, uno de los más contundentes, de la irrupción de un modesto en un deporte dominado por el puro negocio.

Estas son algunas de las claves del nuevo inquilino de la Primera División, que ha hecho recordar historias como la del Arenas de Gecho, el Extremadura de Almendralejo o el Villarreal:

La ciudad

Un campo de 5.000 asientos en la provincia más pequeña

Dejando a un lado a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, es Guipúzcoa la provincia más pequeña de España. Éibar, que alardea de fabricar las mejores escopetas del mundo, posee unos 27.000 habitantes, de los que solo 5.250 pudieron disfrutar en vivo de la hazaña de su equipo de fútbol. Esa es la capacidad de Ipurúa, que se labró fama de patatal a nivel internacional, aunque puede presumir de haber visto jugar al Ajax de Ámsterdam. Fue en 1990, con motivo del medio siglo del club. El equipo holandés ya tenía entonces tres de las cuatro Copas de Europa que ha ganado. El pulso acabó 1-1. La Primera División le exigirá un aforo de quince mil espectadores.

El club

Trayectoria

Su paso fugaz por la categoría de plata no lleva a engaño a los que le siguen desde hace décadas. El Éibar es un clásico de Segunda. El que más. Se ha pasado un tercio de su vida en esa categoría. Pero nunca había estado en Primera.

Presupuesto

La entidad vasca maneja el menor presupuesto de la categoría, unos cuatro millones de euros, frente a los veintidós del Mallorca (que es decimoctavo, a un punto del descenso). La mayoría de sus futbolistas cobran el salario mínimo acorde con su categoría, unos 60.000 euros anuales, porque la LFP exige que al menos 18 de los integrantes de la plantilla sean profesionales. Ya había logrado el ascenso a Segunda División con la menor partida destinada a la plantilla de toda la Segunda B. Ahora, a pesar de haber logrado una plaza en la Primera División, tendrá que hacer frente a una ampliación de capital en la que tendrá que captar 1,7 millones de euros antes del 6 de agosto para evitar su descenso administrativo a Segunda B. Ya lleva recaudados unos setecientos mil euros.

El equipo

Una plantilla

Diego Rivas y Diego Jiménez son los veteranos en un vestuario en el que la savia nueva la aportan el gallego Jota, Gilvan y Capa. Juegan sin presión porque el objetivo inicial tras el ascenso desde la Segunda B hace un año era lograr los cincuenta puntos necesarios para certificar la permanencia en la categoría de plata del fútbol español. En su mayoría, el plantel estaba formado por futbolistas que compaginaban el deporte con otro tipo de actividad laboral. Juegan juntos desde hace años y suelen comparten coche en sus desplazamientos a los entrenamientos. Todavía mantienen una dinámica de equipo aficionado.

Golpe de timón en el estilo

El entrenador es el vizcaíno Gaizka Garitano. Es hijo del exayudante de Mané Ángel Garitano y sobrino de Ander Garitano (exfutbolista del Athletic y Zaragoza). Su principal aportación a la historia del Éibar no es solo la gesta del ascenso, sino el cambio de rumbo que ha dado al estilo de juego del equipo. No acostumbraba el balón a rodar demasiado sobre el césped de Ipurúa, por razones diversas. Pero con Garitano el Éibar combina como pocos, leva la iniciativa y busca al contrario cuando no tiene el balón. Los extremos son veloces y aprovechan bien las bandas. Ya lo había advertido en su regreso a Segunda. El gallego Jota Peleteiro fue uno de los que creyó en ese discurso.

El héroe

Jota Peleteiro, un gallego autor del golazo del ascenso

En el minuto sesenta y uno del encuentro frente al Alavés, un atacante acomodó el cuerpo para pegarle a un balón que caía desde la banda derecha y conectó un zurdazo desde treinta metros que se coló en la portería de Iván Crespo. Ese golazo fue obra de un gallego cedido por el Celta: Jota Peleteiro. Es el máximo anotador del equipo con nueve tantos y una de las claves del éxito del equipo armero. Su cesión termina en dos jornadas. Después, el Celta decidirá.

Los ídolos del pasado

Dos campeones del Mundo en su elenco histórico

Vistieron la camiseta azulgrana dos campeones del Mundo como David Silva y Xabi Alonso. Pero también figuran entre los ídolos de Ipurúa Iraizoz, Ocio, Garitano, Joseba Llorente, Mario Bermejo, Pizo Gómez y Toquero.