Los granates tendrán que enjugar la desventaja de dos goles ante un rival que explotó al máximo en Pasarón las virtudes que llevaron a los de Manu Fernández al «play off»
17 jun 2014 . Actualizado a las 18:11 h.Desde que sonó el pitido final del partido frente al Puertollano, el mensaje de la plantilla granate, enarbolado por su propio entrenador, aboga por mantener la fe en su capacidad para remontar el 0 a 2 encajado en Pasarón. La solvencia demostrada por el Pontevedra a domicilio esta temporada, y en especial en el play off con sendas victorias en Portugalete (1-2) y Granadilla (0-1), refuerza este discurso. Pero, atendiendo a los números de los de Pablo Franco esta temporada la gesta se antoja, si cabe, más complicada, teniendo en cuenta que los de Manu Fernández se han encontrado en esta eliminatoria final con la horma de su zapato.
Si hay una característica que ha definido al Pontevedra de Manu Fernández ha sido su solidez defensiva. De hecho, la capacidad para no encajar goles ha sido uno de los grandes baluartes de los granates para alcanzar el play off. Sin embargo, enfrente tendrá a un rival que ha elevado esa virtud a la máxima potencia, que con solo 18 goles recibidos en liga y dos en la fase de ascenso se ha sacado más de medio billete para Segunda B en Pasarón. Y, además, el Puertollano aún no sabe lo que es encajar más de dos tantos en un solo partido en la presente campaña.
Junto a esta solidez defensiva, la infalibilidad de los manchegos en su feudo -virtud que no han demostrado los granates- se antoja otro escollo difícil de salvar. No en vano, los de Pablo Franco solo han cedido un empate en el Ciudad de Puertollano este curso, contando el resto de partidos como locales por victorias. Por tanto, la necesidad no solo de ganar, sino de hacerlo de forma holgada, se revela como una empresa harto complicada.
Por si esto fuera poco, la ventaja con la que partirán los manchegos en el marcador será otra de las dificultades que, a la vista de las estadísticas, parece una garantía para el Puertollano. Al igual que el Pontevedra, hasta que en la fatídica última jornada encajó el empate después de adelantarse en el campo del Dorneda, el equipo minero nunca se ha dejado remontar durante la liga regular cuando ha conseguido adelantarse en el marcador. Y aunque el electrónico empezará con empate a cero el próximo domingo, la ventaja con la que cuenta tras el partido de ida permitirá al Puertollano ceder las riendas al Pontevedra y esperar su oportunidad de matar la eliminatoria al contragolpe. Exactamente el planteamiento que le ha dado dos goles de ventaja en Pasarón.
Más dudas en el último mes
En medio de un panorama tan oscuro, el clavo ardiendo al que se agarra el Pontevedra es la trayectoria de uno y otro equipo en la fase de ascenso. Durante la misma, el Pontevedra ha sido capaz de remontar un resultado desfavorable en Portugalete, algo casi inédito durante la liga regular. Por su parte, el Puertollano vio cómo el Lealtad le apartaba del ascenso en la ronda de campeones enjugando el 1-0 de la ida y llevándose el gato al agua en los penaltis.
Después, tras vencer por 0-1 en el campo del Náxara, los de Pablo Franco vieron cómo los riojanos les empataban la segunda eliminatoria en el nuevo Cerrú, aunque consiguieron solventarlo con tres goles que disiparon el miedo que se había instalado en las gradas.
Por ello, el ejemplo de Portugalete se ha convertido en el espejo en el que mirarse de los granates. Esta vez, la desventaja es mayor. Pero la ilusión por lograr el ascenso permite seguir albergando esperanzas en un Pontevedra al que, si algo no se le puede achacar en este último mes, es falta de carácter y confianza en sus posibilidades.