Brasil 2014: Holanda vuelve a la gloria tras la reconstrucción

Dpa

DEPORTES

KOEN VAN WEEL

El equipo que dirige Van Gaal ha conseguido sobreponerse al fiasco del Mundial de Sudáfrica gracias a la armonía entre jugadores históricos consagrados y gente joven con oficio y temple

01 jul 2014 . Actualizado a las 00:07 h.

Cuatro años después de su derrota en la final del Mundial de Sudáfrica, Holanda cambió su imagen por completo de la mano del técnico Louis van Gaal. El equipo naranja derrotó el lunes por 2-1 a México de manera agónica y se confirmó como una de las potencias que sigue con vida en el Mundial de Brasil. Fiel a su estilo, Van Gaal apostó a la seguridad de los históricos consagrados junto a una corriente de sangre joven pero con oficio y temple para dar la cara en compromisos de máxima exigencia.

«Cuando llegamos aquí, la prensa holandesa decía que ni siquiera íbamos a pasar la primera fase, no sé cómo nos vamos a convertir en candidatos ahora», dijo el entrenador del conjunto naranja. «Lo importante es que los jugadores siguen tranquilos y enfocados. Sé que tengo un equipo muy bueno en mis manos, que puede hacer partido a cualquier rival y en cualquier situación», explicó el técnico del equipo más goleador del Mundial, con 12 tantos, y que tuvo que encarar críticas durante el torneo por su planteamientos defensivos. Si cabe la comparación entre los dos finalistas del Mundial 2010, Holanda encontró el éxito en la reconstrucción de la misma manera que España quedó, en cierta medida, presa del pasado.

Mientras los españoles utilizaron a 16 jugadores que también habían estado hace cuatro años en Sudáfrica, el conjunto holandés, con un diferente entrenador, sólo repitió a siete en su lista: Nigel De Jong, Robin Van Persie, Arjen Robben, Wesley Sneijder, Klaas Jan Huntelaar, Dirk Kuyt y el portero suplente Michel Vorm.

«Este equipo tiene una ambición enorme y está absolutamente compenetrado con los objetivos que nos trazamos. No importa el sistema táctico que utilicemos en los partidos. Cada jugador sabe siempre qué es lo que tiene que hacer», analizó Kuyt, uno de los referentes de la plantilla.

A la base de las grandes estrellas, Van Gaal sumó la juventud y el desenfado de algunos futbolistas clave en el funcionamiento holandés. Cuatro de los cinco defensores habituales del equipo titular no superan los 25 años y jugadores como Memphis Depay resultan un revulsivo siempre efectivo en los segundos tiempos. Además, el entrenador holandés encontró a un Robben mucho más solidario que el de los últimos años, y hasta dejó en el olvido la imagen de ogro violento que se había ganado De Jong en la era de Bert van Marwijk.

La victoria ante México, con remontada in extremis y ante un calor abrasador en Fortaleza, fue el mejor ejemplo de la versatilidad holandesa. El equipo naranja cambió su sistema táctico tres veces a lo largo de los 90 minutos y su juego fue en progreso constante hasta encontrar la remontada.

Incluso, Van Gaal pareció adaptarse al estilo 2.0 de la dirección táctica y dio una charla técnica clave durante el receso de hidratación, a falta de 15 minutos del final. Tal como ocurre en los deportes en que están permitidos los tiempos muertos. «La pausa por hidratación de la segunda parte fue una de las claves, porque yo pude hacer un cambio estratégico y ahí fue cuando conseguimos el empate. Fue una manera inteligente de aprovechar esa pausa», dijo el técnico.

Ya pasada una primera fase arrasadora y una victoria en octavos de final tan sufrida como sacrificada, Holanda se encuentra ahora a dos partidos de poder disputar su cuarta final de un Mundial y tratar de conseguir su tan ansiada primera Copa del Mundo. Por el momento, todos en el plantel lo tienen claro: no se habla de la definición del torneo hasta que llegue el momento.

«Así como antes del partido de octavos sólo nos preocupaba México, ahora nos preocupará Grecia o Costa Rica. Esta es nuestra filosofía y así seguiremos hasta el final», dijo la estrella Robben, antes de conocerse el triunfo de los «ticos» ante los griegos. La frustración de la final del Mundial 2010 ya quedó atrás. Holanda abandonó en cuatro años su rol de equipo rocoso que ganaba a cualquier costo para transformarse en un equipo joven y equilibrado, con una enorme variedad táctica e inteligente a la hora de aprovechar las cualidades técnicas de sus representantes en la cancha.