Con 24 años, Toni Kroos, al que se vincula con el Madrid, es una pieza maestra a la hora de armar el ataque de Alemania
04 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las nuevas hordas alemanas han regenerado el carácter competitivo de la escuela teutona. Pero algo ha cambiado. Las individualidades no se reducen a las máquinas frías y rocosas de antaño. Ha florecido una hueste de jugadores en los que el talento se eleva por encima de las cualidades físicas. Uno de los ejemplos de ese nuevo orden es Toni Kroos. Centrocampista de mentalidad ofensiva, es uno de los comandantes del ataque alemán en el Mundial. Está causando furor en Brasil y sus actuaciones han generado una lluvia de elogios. A sus 24 años, ya le sitúan en el Real Madrid de cara al curso 2014-2015.
Toni Kroos es un excelente pasador que pronto despuntó en el equipo de su Greifswald natal. En edad juvenil, el Hansa Rostock lo captó para la causa. Habituado a armar la vanguardia preferentemente desde el centro y la izquierda, es una de las joyas de la corona del presente y el futuro.
De Rostock, dio el salto al Bayern de Múnich, el equipo de las estrellas por antonomasia del balompié alemán. Debutó en la Bundesliga con 17 años y Franz Beckenbauer no tardó en calificarle como un posible «nuevo Michael Ballack».
Precisamente, fue en 2009, en el Bayer Leverkusen -el conjunto que catapultó a Ballack- en el que Kroos explotó sus virtudes. Fue de la mano de Heynckes, que, un año después, se lo llevó de la mano de vuelta al Bayern de Múnich. El centrocampista tenía 20 años.
En el equipo bávaro, rodeado por una pléyade de grandísimos futbolistas, puso a sus pies el fútbol europeo en el curso 2012-2013. Entonces, el Bayern se alzó con todos los títulos que se le pusieron a tiro.
Pero el escenario idílico varió en cuestión de semanas: en el peirplo consumido entre que Heynckes anunciase su jubilación y que Guardiola aterrizase en el club muniqués.
Kroos mostró su descontento en varias ocasiones a lo largo de la temporada. Después del triunfo ante el Arsenal en la Liga de Campeones, el mediocentro aseguró no entender cómo podía pasar de «sustituible a héroe» en cuestión de días.
En la selección alemana es otro cantar. En el Mundial de Brasil, Kroos se ha hecho con un puesto fijo en el once. Su actuación está siendo notable y, en el duelo de octavos de final frente a Argelia, exhibió empaque y personalidad en los momentos en que el equipo de Joachim Low dio síntomas de flaqueza.
Porque la trayectoria del centrocampista con los colores de su país ha sido deslumbrante desde sus inicios. En el Mundial sub-17 de 2007 ganó el Balón de Oro, aunque su equipo no pudo pasar del tercer puesto.
Su capacidad realizadora también quedó entonces fuera de toda duda. Un plus para un futbolista capaz de mover los hilos de una escuadra al son de sus tambores y que, además, destaca por su visión de juego y una madurez impropia a su edad.
Futuro
Buen golpeador del balón, su contrato con el Bayern de Múnich expira en junio del año que viene. Algunos gallitos de la Liga inglesa han vuelto su mirada hacia el precoz mariscal de campo de la selección alemana. Pero todo apunta a que su futuro podría estar en la más cálida competición española.
Su nombre se ha vinculado al el Real Madrid, que podría pagar 25 millones de euros por su traspaso. Pero el jugador ha insistido que no desvelará su futuro hasta que concluya el Mundial. Y su agente, capote en mano, ha emulado las palabras del creativo de los germanos.