Elige el equipo italiano a pesar de las llamadas de Simeone
29 ago 2014 . Actualizado a las 22:43 h.Fernando Torres, el fichaje más caro en la historia del fútbol inglés hasta que le superó la contratación de Di María por el Manchester United, abandona el Chelsea para recalar en el Milan como cedido porque la planificación de José Mourinho le dejaba prácticamente sin espacio en la delantera blue. El jugador de los 58 millones jugará como cedido dos temporadas en el Milan de Silvio Berlusconi y cambia Stamford Bridge por San Siro. Y no competirá en la Champions ni en la Europa League.
La carrera de Torres experimentará un giro enorme, ya que va a pasar de ser el tercer delantero del Chelsea a ser la indiscutible referencia ofensiva del Milan. Llega a la capital lombarda para reemplazar a Mario Balotelli en un club que lleva meses en caída libre y confía en levantar el vuelo. No pudo crecer con Clarence Seedorf y tampoco se ha reforzado bien y cumplido los deseos de Inzaghi.
El Niño aterriza en Milán porque sus altísimos emolumentos no le permiten recalar en el Atlético de Madrid, al menos de momento. El Cholo Simeone estaba deseoso de conseguir su fichaje o cesión a cualquier precio, pero el sueldo del fuenlabreño, al nivel de los más grandes y por encima de los 10 millones, era inabordable para el club rojiblanco. El técnico argentino trató de convencerlo por la vía sentimental, pero no hubo forma.
De todos modos, el doble campeón de Europa y ganador del Mundial de Sudáfrica sabe que mientras siga Simeone siempre tendrá las puertas abiertas en el Calderón. Su contrato con el Chelsea termina en 2016 y entonces quizá sea el momento de decidirse por disfrutar de sus últimos años galopando por el Calderón.
«Fernando no ha hablado conmigo. Necesitamos tres delanteros para afrontar la temporada y él es uno de ellos. Me gusta. En caso de que se quiera ir, creo que es porque desea probar una nueva vida, probablemente en una nueva Liga», dijo José Mourinho, algo molesto, cuando se desataron los rumores sobre el inminente cambio de aires del ariete de 30 años.