Tras el fallido intento de inculcar una filosofía de toque, el Espanyol de Sergio ha logrado ofrecer su mejor versión regalando el balón y apostando por la velocidad
26 oct 2014 . Actualizado a las 10:37 h.Como es habitual en muchos entrenadores, cuando Sergio González asumió el cargo en el Espanyol prometió buen fútbol en Cornellá. Algo así como que el buen fútbol no se discutía, ya que era el camino más corto para alcanzar los buenos resultados. Pero el balón ha sido caprichoso con el de Hospitalet y el juego de toque que trató de inculcar a su equipo no se vio refrendado por buenos resultados. Así que, como de sabios es rectificar, el ex-deportivista recuperó los apuntes recogidos de la época de Irureta en lo que a solidez defensiva se refiere y apostó por la velocidad a la contra. Los resultados han sido dos victorias, un empate regalado en el tiempo añadido, otro a cero goles y solo una derrota en el Calderón. Eso sí, con Sergio García en sus filas.
Esquema
Apuesta firme por el 4-4-2 más ofensivo al principio y conservador en la actualidad
Desde pretemporada, Sergio ha venido realizando una apuesta clara por un 4-4-2 como esquema de juego referente, con un fijo en punta que era Sergio García, al que en ocasiones ha acompañado Caicedo y en otras Stuani. Cuando vio que los resultados no acompañaban, hizo apretar un poco más a sus jugadores. Dejaron el balón al rival y comenzaron a sufrir más en defensa y aprovechar las contras. Sin embargo, no cambió el sistema. Se mantuvo fiel al 4-4-2 y llegaron los triunfos. La fidelidad también la extiende el de Hospitalet al once inicial, ya que apenas ha hecho cambios desde la primera jornada.
Punto de inflexión
Un antes y un después del partido contra el Málaga
Aunque un gol de Duda en el minuto 93 privó a los pericos de lograr el primer triunfo en la cuarta jornada, el encuentro contra el Málaga marca un antes y un después en el deambular del Espanyol por la Primera División. Es el partido en el que el conjunto de Sergio comenzó a encontrarse a sí mismo. Desde entonces, encadenó cuatro partidos sin perder, una racha solo rota el pasado fin de semana en el Calderón.
Clave
La titularidad de Lucas Vázquez coincidió con el despertar de los catalanes
Recién llegado de Valdebebas, el de Curtis tuvo que aguardar hasta la cuarta jornada para disfrutar de la titularidad. Y con él, el Espanyol creció. Su conquista de un puesto en el once ha coincidido con la reacción del cuadro catalán. Es el hombre que pone sentido al juego blanquiazul.
El referente
Sergio García, santo y seña del club barcelonés
Si hay un nombre propio que se identifique con el del Espanyol ese es el de Sergio García. El delantero barcelonés es santo y seña de los periquitos. Sus mejores minutos esta Liga han coincidido con los mejores resultados de su equipo. Lidera al grupo, juega al fútbol, asiste y marca goles. La duda está en saber cómo reaccionará su tocayo González a esta baja. Si mantiene el 4-4-2, el ataque lo formarán Caicedo y Stuani. Si cambia al 4-2-3-1, será el turno de Salva Sevilla.
La portería
Casilla salvó al equipo en los peores momentos del año
Si alguien no tiene culpa de los diez goles encajados por el Espanyol en lo que va de temporada ese es Kiko Casilla. El portero tarraconense formado en la cantera del Real Madrid se está consagrando como el gran salvador de su equipo. Esta temporada está alcanzando la madurez que le faltaba.
Medio del campo
Cañas y Víctor Sánchez, equilibrio y salida del balón
Entre las cosas que Sergio tiene claras es que su medio del campo lo forman Cañas y Víctor Sánchez. El exbético aporta equilibrio, recuperación del balón y también continuidad en el juego ofensivo. Víctor Sánchez proporciona buena salida del balón y disparo.