Decidió acabar su carrera poco antes de los Juegos de Londres. Después reconoció que le habría gustado que esa despedida fuese en el Mundial de Barcelona que se iba a celebrar en el 2013, pero no encontró el respaldo de la anterior seleccionadora Anna Tarrés y tuvo que decir adiós antes de lo que había imaginado. Sin embargo, Gemma Mengual reconoce que sus ansias por probarse, por competir ya se han diluido.
-¿Qué es lo que más echa de menos de su etapa como nadadora?
-Pues si soy sincera, después de dos años y pico, echar de menos, echar de menos,... ya no echo nada. Sí que al principio añoraba la adrenalina de la competición, aunque con el paso del tiempo se me ha pasado. De vez en cuando me viene un chispazo de nostalgia, pero muy poco, muy poco... En este sentido, mi chip ha cambiado por completo.
-¿Y cómo es verlo desde otra perspectiva?
-Las veo entrenando y competir y [vuelve a sonreír] me agradezco a mí misma no estar ahí. Digo: ?¡bufff!. Es que he estado más de veinte años con ese afán y han sido suficientes. Ahora intento superarme en otras facetas de la vida.
-Como catalana ha sido un icono del deporte en España, ¿qué impresión le merece todo lo que está ocurriendo en su tierra?
-Sinceramente, prefiero no mojarme en estos temas. Observo todo lo que está sucediendo y tengo una opinión al respecto, pero no quiero hacerla pública. Lo que tengo claro es que algo pasa en Cataluña...