Del España-Alemania se informa con detalle en La Voz. Yo sigo enfrascado en el compromiso que el Deportivo tiene frente a la Real Sociedad, partido esperado por los coruñeses con incertidumbre y temor aunque, si fuera posible, pesar ambas reacciones en una balanza seguro que pesa más la esperanza de que los puntos se queden en Riazor. Hablando de posibilidades, señalar que la irregularidad del Deportivo no se alivia quejándose de la «falta de suerte», como intenta justificarse el deportivista Juanfran que prefiere jugar en la delantera mejor que en la defensa donde -y esto no lo dijo el deportivista- no basta lucirse en el despeje por muy enérgico que se vea desde el graderío. Jugar en la delantera exige cualidades más allá de las físicas, sin confundir energía y fuerza con eficacia. Un dato que lo confirma está en el caso de jugadores que, con el paso de los años, van de puestos delanteros hacia atrás. El valencianista Asensi, quien alcanzó prestigio en el ala izquierda del ataque (Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza) terminó de defensa lateral. Y Zubieta, el más joven titular de la selección antes de la guerra, terminaría en el Deportivo como excelente defensa central. La ventaja está en que atrás ves venir al adversario de frente, y delante hay que maniobrar mejor por el desconcierto que crean los delanteros.
Juanfran también dijo a Mario Durán, en Radio Voz, que «el clima invernal de aquí, rebaja el rendimiento del futbolista». Pregunten, entre otros, a Mauro Silva o Bebeto. Las causas del rendimiento, las conoce bien Víctor Fernández enfaenado estos días en acertar con las medidas para superar tal situación.