El técnico del Olivo dimite por desavenencias con las jugadoras

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

DEPORTES

El club ya vivió una situación similar en el 2011

21 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El entrenador del Olivo dijo basta. Juan Carlos García, Charli, ya había decidido antes del último partido con sus ya exjugadoras que no continuaría dirigiendo al conjunto de fútbol femenino, dado el enrarecimiento que había venido sufriendo el ambiente en el vestuario en las últimas semanas. Es una historia que se repite en el club, pues guarda muchas similitudes con lo ocurrido con Edu González tres años atrás.

«Llevaba un tiempo viendo ciertas actitudes que no son acordes con mi manera de ver las cosas en algunas jugadoras. En vista de que no solo no lograba cambiarlo, sino que iba a peor, decidí comunicarles que no seguía», explicó ayer el que ha sido entrenador del club vigués durante los últimos dos años y medio, con resultados deportivos incuestionables.

La directiva del club se reunió ayer con Charli para tratar de convencerle de que diera marcha atrás, pero la decisión era completamente firme. «Nos dice que ha llegado a su límite y no ha habido manera de hacerle cambiar de idea. Lo hemos intentado por todos los medios porque nosotros queríamos que siguiera», comentó el secretario general del club, Juan Carlos Padín, nada más concluir el encuentro entre las partes.

Padín reconoció también ayer que la situación no le era ajena y que ya había percibido en las últimas semanas ciertos signos que le hacían pensar que existían problemas internos. «Vi algunos detalles en el viaje a Villestro que no me gustaron. Pero no podemos decir que es culpa de las jugadoras. Habrá que dejar que las cosas se calmen».

García también relató que era algo que venía de algunas semanas atrás, aunque puntualizó que no se trataba de un problema «generalizado» entre las jugadoras. «Supongo que el tiempo va deteriorando las relaciones. Quizás el nivel de exigencia por mi parte fue mayor, porque tenemos una plantilla más justa, con chicas jóvenes y suponía un reto para mí mantener el nivel. Pero no sé realmente si habrá sido eso», reflexionó.

El técnico comentó también que tomó la decisión pensando que era «lo mejor para las dos partes». Incluso escogió el momento del parón en la liga para que el equipo tenga tiempo de rehacerse. Según Padín, El Olivo tenía ya sobre la mesa a última hora de la tarde de ayer seis candidaturas espontáneas de interesados en protagonizar el relevo.

Una historia que se repite

El Olivo vivió una situación similar a la actual a principios de junio del 2011, cuando las tensas relaciones con el vestuario forzaron la marcha de su entonces preparador, Edu González. El propio Padín admitía ayer que había vuelto a suceder «prácticamente lo mismo». Su intención es acudir al entrenamiento de hoy para dialogar con las futbolistas y buscar soluciones.