«El hijo le hizo sentar la cabeza, pero no del todo»

A Coruña / La Voz

DEPORTES

PACO RODRÍGUEZ

Vecinos de la plaza del Humor y amigos de Francisco Javier Romero destacan su lucha por dejar el mundo de la droga

02 dic 2014 . Actualizado a las 14:07 h.

En la plaza del Humor, a escasos metros de la plaza de María Pita, todo el mundo conocía a Jimmy de vista porque allí estaba a diario. Ya fuera jugando al fútbol con su hijo, acompañado de su pareja Lucía o con su perro, un ejemplar de American Stanford. Vecino del número 29 de la calle de la Franja, Francisco Javier Romero Taboada no era persona de relacionarse con los vecinos. Era habitual verlo leyendo prensa deportiva en la churrería que hay en la plaza. «Venía a tomar café, leía los periódicos de deportes, podía hacer algún comentario de fútbol, y se iba. Era muy callado y tranquilo», recordaba ayer el responsable del negocio. Como no trabajaba, pasaba muchas horas en la calle.

En una cafetería de la zona también lo recordaban con cariño, pues su hijo solía jugar en la plaza con la hija de la camarera. «Muy buena gente. No se metía con nadie y nunca nos habló de su pertenencia a Riazor Blues», comentaban.

Francisco Javier Romero Taboada, antes de vivir alquilado en un pequeño estudio de la calle de la Franja de renta muy baja, residió en otras calles del centro de la ciudad, como San Andrés o Pontejos. Pero también era muy conocido en otros barrios, como el del Agra do Orzán, donde se pasaba el día cuando estuvo enganchado a las drogas, según recuerdan algunos de aquellos viejos compañeros de fatiga, que coincidían con él en el bar King, hoy cerrado.

Fue la peor época de Jimmy. Hasta que conoció a Lucía y tuvieron al niño. Se desenganchó y en estos momentos estaba a tratamiento en la asociación coruñesa de lucha contra la droga (Aclad). «El hijo le había hecho sentar la cabeza, pero no del todo», afirmaba ayer uno de los amigos de su época más dura. De aquellos años vienen sus antecedentes por robos y hurtos. «Pero nunca usó la violencia», precisan otros, que no tenían ni idea de que también había sido detenido por malos tratos y por un robo con violencia.

Detención

Porque Jimmy, según cuentan, no era un hombre agresivo, «era el fútbol lo que le sacaba la violencia», dice uno de sus conocidos, que pone de ejemplo su participación en la paliza a varios aficionados del Zaragoza que se encontraban en un bar coruñés antes de un partido. Eso sí, «no era de los que iban delante. No tenía cuerpo para eso. Pero no se arrugaba», añade un miembro de Riazor Blues. «Se apuntaba a todas las broncas, pero no era el que más gritaba o destrozaba», precisa otro.

Romero Taboada no tuvo nunca un trabajo estable, según cuentan. Se ganaba la vida «como podía», por lo que a veces su salud económica «era dramática». Pero sacaba el dinero de donde fuera para viajar con los Riazor Blues. «Allá donde se iba a liar, allá iba él», destacan.

Está acreditada su presencia en al menos cinco viajes de los Riazor Blues entre 2011 y 2013. Concretamente fue el 24 de abril de 2011 al estadio José Rico Pérez de Alicante para presenciar un Hércules-Deportivo. El 7 de mayo de 2011 acudió a El Molinón de Gijón para presenciar un Sporting de Gijón-Deportivo. El 30 de septiembre de 2012 viajó al Santiago Bernabéu con motivo de un Real Madrid-Deportivo.

Su siguiente viaje fue el 25 de noviembre de 2012 al estadio de San Mamés, en Bilbao, donde su equipo se enfrentaba al Athletic Club. El 15 de septiembre volvió a Gijón para otro Sporting-Deportivo. Se da la circunstancia de que los ultras de todos esos equipos rivales son reconocidos enemigos de los Riazor Blues, es decir, eran desplazamientos de riesgo. Tanto Ultra Boys, del Sporting de Gijón, como Ultras Sur, del Real Madrid, son de extrema derecha. Ultra Boys, además, mantiene buena relación con el Frente Atlético.

A Jimmy no se le conocen viajes desde el ataque a aficionados del Zaragoza en un bar coruñés, en mayo del 2013. Fue detenido por la policía y, desde entonces, no se le había vuelto a ver en esos ambientes hasta este domingo.

Jimmy provocó en su barrio, como en la ciudad entera, sentimientos dispares. Todo el mundo lamenta profundamente su muerte, pero son muchos los que ayer en la plaza del Humor, y hasta en la concentración en su recuerdo y contra la violencia en el fútbol que se desarrolló al mediodía en el instituto Zalaeta, los que decían que «fue a Madrid a lo que fue. Nadie lo obligó a enfrentarse a radicales del Atleti». También aparecieron alrededor del estadio de Riazor pintadas en su recuerdo, algunas desafiantes hacia el frente Atlético.

Por su parte, tanto el grupo del BNG como de Anova anunciaron ya que llevarán al Congreso la muerte de Francisco Javier Romero Taboada.