El fin a un infierno de nueve meses y tres días sin jugar al fútbol en el Fabril

Si hay un jugador que se merecía alcanzar la felicidad este fin de semana, ese es el fabrilista Álex Pérez. Se rompió los ligamentos de su rodilla a finales de la pasada temporada y el sábado volvió a sentirse futbolista al jugar sus primeros minutos, nueve meses y tres días después de aquella fatídica jugada ante el Rápido de Bouzas.

Era el minuto 85 de partido. El Fabril ganaba por 1-0 al Barbadás y Manuel Mosquera se acercó al ariete coruñés para darle las últimas indicaciones. Jose Manuel Garrote llama a Dani Iglesias. Es el sustituido. El santiagués le choca las manos y le cede el testigo a un Álex Pérez que sale raudo al campo. Dispuesto a comerse la hierba si hiciera falta.

Solo tenía cinco minutos por delante, pero para el joven delantero de 22 años era todo un premio a tantos meses de sacrificio. Pero el destino aún tenía reservado un nuevo obsequio para Pérez. En el 90, tuvo el enorme placer de volver a marcar. El 2-0. El de la sentencia de su equipo. Todos sus compañeros se lanzaron a felicitarle como si ellos mismos hubiesen marcado aquel gol. Ellos siempre han estado a su lado y sabían lo mucho que tuvo que trabajar para que llegara ese momento.

Álex Pérez tiene ahora un nuevo reto. Coger la forma y ganarse la titularidad.

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