Thierry Henry: los mejores goles de un perfeccionista del gol

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

KERIM OKTEN | Efe

El francés deja como legado muchos títulos pero, sobre todo, un catálogo inacabable de golazos

17 dic 2014 . Actualizado a las 10:22 h.

Thierry Henry dice adiós al mundo del fútbol a sus 37 años. El delantero francés se crió en el Mónaco, sufrió en la Juventus, se hizo leyenda en el Arsenal, engordó su palmarés en el Barcelona y vivió un retiro dorado en Nueva York. Conquistó dos Ligas y tres Copas inglesas, ganó una Champions, un Mundial de Clubes y dos Ligas españolas, y el Mundial de 1998 en su país, la Eurocopa del 2000 y la Copa Confederaciones del 2001.

Pero por encima de un palmarés envidiable en lo material, en la sala de trofeos, Henry deja un legado incalculable en forma de goles. Los vídeos de Titi marcando goles durante sus años de gloria son un clásico de YouTube, un recorrido por el repertorio técnico y físico de un delantero que marcó una época en Inglaterra y que, sin embargo, no acabó de ser reconocido en toda su grandeza con la selección francesa. Hacer una selección de los mejores goles de Thierry Henry es una tarea ardua porque hay mucho donde elegir. Sólo con el Arsenal anotó más de 220 goles y otros 50 con su selección.

Desde sus tiempos con el Mónaco, casi adolescente y cuando estuvo a punto de ir al Real Madrid, Henry asombró por su facilidad para hacer goles increíbles como el que recibió el Lens.

Pero el gran volumen de su obra magna llegó con el Arsenal. Al lado de jugadores como Reyes, Bergkamp, Pires, Vieira y un largo etcétera, Thierry Henry floreció en un equipo del que era principio y fin, con un entreador, Arsene Wenger, que lo vio en Mónaco y explotó todo el potencial que la Juventus no supo obtener. Ni siquiera en pretemporada cesaba la excelencia de los goles de Henry.

En los goles de Henry hay casi siempre una mezcla de potencia, habilidad, disparo, regate y excelencia técnica en el control. Pocos ejemplifican todas ellas juntas como el gol al Tottenham en el gran derbi londinense del 2002.

Lo grácil de Henry era su capacidad de combinar la sutileza de un control que desarmaba al rival, su explosión en velocidad que le permitía ganar un metro enseguida y su capacidad para terminar la jugada en conducción o con los más precisos disparos. El ejemplo perfecto, ante el West Ham

Thierry Henry hizo fortuna como delantero pero también como extremo. No importaba que toda la Premier League supiera de sus condiciones para explotar su velocidad como extremo zurdo y buscar un impresionante disparo combado con la diestra. Cinco futbolistas del Blackburn Rovers lo intuían pero su disparo de primeras a la escuadra desmontó cualquier sistema.

Henry también reinventó el gol del delantero centro jugando de espaldas a portería. Con otro control maravilloso y un disparo de primeras que nadie podría haber imaginado, el francés consiguió uno de sus goles más bonitos ante el Manchester United.

En Europa también se pudieron ver goles importantes de Thierry Henry, por mucho que la competición continental siempre fuera la gran asignatura pendiente del Arsenal de Wenger. Pocos goles más recordados que el del francés al Real Madrid en el Bernabéu, pleno de potencia y habilidad, además de frialdad para definir ante Casillas.

Pocas cosas sorprendían más en el juego de Thierry Henry que su aparente escaso esfuerzo para realizar los remates más precisos y potentes. Su disparo con la diestra podía alternar entre la potencia extrema y el efecto más endiablado. Pero ninguno como el que marcó al Sparta de Praga. Tras un control de espuela, definió con el exterior un auténtico golazo.

Ni en el tramo final de su carrera con el New York Red Bull, Thierry Henry se olvidó de marcar los golazos marca de la casa. Ya sin la velocidad de antaño pero con la calma y la precisión de siempre, su etapa estadounidense está salpicado de detalles de clase, controles sutiles, disparos colocados y violentos tiros de media distancia.