El portero gallego del Granada superó la cifra mágica de cien partidos en Primera
27 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El 2014 ha sido un año de récords para el portero chantadino del Granada, Roberto Fernández. En septiembre ante el Levante, el guardameta cumplió cien partidos en Primera División -ahora mismo ha llegado a los 110-, repartidos entre su actual equipo y el Osasuna. Ese mismo mes llegó a la cifra de quinientos encuentros en el fútbol profesional -el chantadino se estrenó en el año 1997 con el Celta B. Estas cifras dejan clara la excelente trayectoria de un guardameta que se inició en las escuelas deportivas de Chantada.
«Para mí es un orgullo mantenerme tanto tiempo en la élite. Es el resultado del trabajo bien hecho, de la regularidad y de sacrificar tiempo libre cuando eres muy joven», comenta el portero, que estos días pasa las fiestas navideñas en su parroquia natal de Merlán, en Chantada.
Alcanzar este número de partidos en el fútbol profesional va íntimamente ligado a la implicación del deportista. «Desde pequeño supe siempre lo que quería. Disfrutaba con el fútbol, y mi objetivo era dar el salto a las categorías profesionales. El día que debuté fue inolvidable», dice.
Casi siempre titular
Roberto es un ídolo para la afición del Granada. Hace cinco campañas, el guardameta chantadino contribuyó de manera decisiva al ascenso de la escuadra andaluza a la Primera División. En esta categoría siempre ha contado con la confianza de sus entrenadores, que en el 2014 han sido Lucas Alcaraz y Joaquín Caparrós.
El chantadino ensalza el trabajo de los dos. «Son dos grandes técnicos, que han hecho un gran trabajo por este equipo, y de los que aprendes mucho», indica.
Sobre la situación del Granada en la tabla -los andaluces son decimoctavos con tan solo trece puntos-, Roberto asegura que remontarán. «No hemos tenido suerte en algunos partidos, que hemos perdido en los últimos minutos. Con trabajo daremos la vuelta a esta situación adversa. Seguiremos en Primera División», añade. En el último partido antes del parón navideño, Joaquín Caparrós se decantó por Oier para defender la meta del conjunto andaluz. Sin embargo, Roberto ya ha demostrado que nunca baja los brazos y con la intensidad de su trabajo ha conseguido recuperar la confianza de la mayor parte de los técnicos que ha tenido a lo largo de su carrera.
En los últimos años se habló de la posibilidad de que el portero realizara un campus en Chantada. El jugador no lo descarta. «Sería bonito. Hay que planificarlo bien», asegura.