Descomunal durante todo el curso, el portugués firmó un 2014 de récord
13 ene 2015 . Actualizado a las 15:16 h.Prácticamente todo lo que se ha propuesto a lo largo de su prolífica carrera, lo ha logrado. Después de la controvertida decisión de otorgarle el Balón de Oro en el 2013 -con la ampliación del plazo de la votación para que los tres goles que le marcó a Suecia y que clasificaban a Portugal para el Mundial pudiesen contar en aquel galardón- por delante de Leo Messi, Cristiano Ronaldo (Funchal, 1985) se propuso que en el 2014 no hubiese discusión posible, que nadie tuviese la mínima duda de que él había sido el mejor del planeta. Incrementó su rendimiento en el césped hasta encontrar sus límites y los de la historia, fijar récords y conquistar cuatro títulos con el Real Madrid. Ni siquiera una molesta tendinitis en la rodilla frenó al crac portugués, que dejó todo un año para sacar pecho.
La Décima champions
Récord como máximo goleador en una sola edición
Siempre que puede, Carlo Ancelotti recuerda la importancia que tuvo Cristiano Ronaldo para que la décima Copa de Europa luzca ahora en el museo del Santiago Bernabéu. En el camino hacia la final, el extremo rompió el máximo registro de un jugador en una sola edición de la Champions que estaba en posesión de Leo Messi desde la temporada 2011/2012 cuando el argentino había conseguido 14 tantos. Su primero en la vuelta de las semifinales ante el Bayern de Múnich significaba el décimo quinto. Después redondearía el registro con otro tanto en ese mismo partido frente al conjunto de Pep Guardiola y con el definitivo 4-1 de la final de Lisboa.
La excesiva fogosidad en la celebración de un gol irrelevante en un choque que Marcelo ya había decantado de forma definitiva hacia el lado blanco, le valió numerosas críticas. Pero nada, ni siquiera, esa falta de tacto es capaz de emborronar la magnitud de haber hecho 17 goles en tan solo 11 partidos.
Bota de Oro
Premio compartido con el uruguayo Luis Suárez
Pero no solo en la Champions fue un año redondo para Cristiano Ronaldo. En la Liga, pese a que su equipo terminó en la tercera posición después de que se desinflase en el tramo decisivo de la competición de la regularidad, el de Madeira conquistó su segundo Pichichi, el trofeo que le acredita como máximo realizador del torneo. Sus 31 goles le sirvieron para ganar su tercera Bota de Oro -la segunda con el Real Madrid y una más con el Manchester United-, que reconoce al delantero más eficaz de todas las ligas del Viejo Continente. El galardón lo compartió con el uruguayo Luis Suárez, quien consiguió también 31 goles defendiendo los colores del Liverpool en la Premier League.
Y es que en el capítulo realizador la temporada 2013/2014 fue una de las más brillantes para Cristiano, con 51 goles en 47 partidos. Un promedio de 1,08 tantos por encuentro, que solo sobrepasó en la campaña 2011/2012, donde hizo 60 goles en 55 partidos (1,09 de promedio). Eso sí, lejos de las mejores cifras de Messi en la 2011/2012 cuando el argentino consiguió 73 goles en 60 encuentros. Su media, escandalosa. 1,21 goles por cada compromiso sobre el césped.
Más generoso
Rompió su media de asistencias por partido
Si algo sorprende en la pasada temporada de Cristiano y que se ha intensificado con el comienzo de la siguiente es el incremento de prestaciones que experimentó a la hora de encontrar a sus compañeros en posiciones de gol. El luso hizo 14 asistencias en 47 partidos (casi una por cada tres encuentros), una menos que las que totalizó en la 2011/2012, pero en la que disputó ocho partidos más.
Quizás sus problemas físicos fueron uno de los detonantes para que el portugués decidiese buscar más la asociación con el resto del equipo o tal vez la mano de Ancelotti que ha demostrado que con temple ha logrado subir el rendimiento de la plantilla del Real Madrid como no lo hizo en el pasado la crispación.
Una evolución sostenida
Las cifras de Cristiano se han disparado en la 2014/2015
La segunda parte del año 2014, la que marca el inicio de la temporada en la que está inmerso el astro de Funchal ha desatado sus cifras. En un arranque espectacular con el Real Madrid, Cristiano ha anotado 33 goles en 25 partidos (una media casi sobrehumana de 1,32 dianas por encuentro) y ya ha regalado 11 pases de gol, tres menos que en todo el curso pasado. Pese al estancamiento que ha sufrido en las últimas jornadas, si el delantero blanco mantiene esta tendencia, su temporada 2014/2015 será de escándalo, quizás la más brillante que se recuerde en un jugador de fútbol para los libros de récords.
En esa segunda mitad del 2014, además sumó dos títulos más para el conjunto de Concha Espina, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, donde fue nombrado como el segundo mejor jugador del torneo que se disputó en Marruecos por detrás de su compañero, el defensa español Sergio Ramos, quien, como ya había hecho en la Champions, consiguió goles decisivos de cabeza en la semifinal y en la final de la competición.
Su único Lunar
Un Mundial discreto que cerró con un solo acierto
Tanto a Cristiano como a Leo Messi, las dos grandes figuras, las dos referencias del fútbol en la actualidad, les falta deslumbrar en un Mundial. El portugués llegaba a la cita de Brasil después de haber dejado un recuerdo imborrable durante la fase de clasificación. La selección lusa se jugaba el pase en la repesca contra la Suecia de Ibrahimovic. Un hat trick del madridista selló el pasaporte para Sudamérica. Sin embargo, su tránsito por un torneo que define a las leyendas fue decepcionante. Con los primeros contratiempos durante la fase de grupos, disparó las críticas hacia el resto del combinado entrenado por Paulo Bento. Desatinado ante la portería contraria, Cristiano solo consiguió marcar en el último choque frente a Ghana. Pero no pudo evitar la eliminación de su país a las primeras de cambio.
Es su único lunar, su única asignatura pendiente. También la de Messi, que pisó la final en Brasil, pero no fue esa estrella radiante que sí representaron Maradona, Pelé, Cruyff o Zidane en el pasado. El tiempo juega en su contra, pero Cristiano, un trabajador obsesivo hasta rozar lo patológico, llegará a Rusia 2018 con 33 años, todavía en plenitud para ganarse la inmortalidad.