El técnico ha dispuesto una alineación distinta en sus 27 partidos en el Barça
13 ene 2015 . Actualizado a las 09:36 h.En su último curso en el Barça, Guardiola perdió el paso. Conquistó cuatro títulos, pero cedió en Liga ante el Real Madrid de los cien puntos y se bajó de la Champions en semifinales, para dejar sitio al sorprendente Chelsea de Di Matteo. Los dos campeonatos de más enjundia, esos en los que la regularidad resulta innegociable, se escaparon al control de un técnico habituado al éxito en las pruebas de resistencia.
Aquella temporada, la 2011-2012, había ofrecido en su inicio algún detalle revelador acerca del fin de ciclo. Hasta el 8 de enero, en el derbi frente al Espanyol, el conjunto culé salió a prueba por partido. Hasta treinta alineaciones distintas en otros tantos encuentros.
Después de probar con Tito Vilanova, Roura y el Tata Martino, el Barça se ha puesto en manos de Luis Enrique, un entrenador que remite a Guardiola en su pasado como futbolista del primer equipo y técnico del filial. El parecido alcanza también a otros detalles, como el gusto por la cantera o la alergia a los medios (manifestada con menos educación en el asturiano). Y ahora también al gusto por el baile.
Como el de Santpedor en su adiós, el ex del Celta ha demostrado capacidad para agitar el equipo. Si el mentor lo movió treinta veces, el alumno lleva ya 27 en el mismo tiempo (Guardiola contó con la ventaja de jugar dos supercopas y un mundial de clubes). No ha repetido once Luis Enrique, empleando tantos jugadores como equipos titulares ha dispuesto. Entre sus 27 elegidos han figurado 22 futbolistas del primer equipo (todos menos Vermaelen) más Munir, Sandro, Samper, Adema y Edgar Lé. 24 de ellos han saltado de inicio en Liga, Copa o Champions.
Alineaciones secretas
«A mí me gusta que todos los jugadores piensen que tienen la posibilidad de competir. Me gusta que tengan esa sensación (...) Por eso doy la alineación una hora y cuarto antes de empezar. Me parece tiempo suficiente y lo he hecho en todos los equipos que he entrenado». Y lo cierto es que hasta el mismo instante en que Luis Enrique recita el once, cualquier futbolista incluido en la convocatoria tiene motivos para esperar oír su nombre.
De las rotaciones no se ha salvado nadie, y solo Claudio Bravo ha comenzado todos los partidos de Liga -curiosamente, el nombre del portero titular fue una de las grandes dudas en la pretemporada culé-. A algunos, como a Messi, no les ha sentado especialmente bien el banquillo, al menos en cuanto a su relación con el técnico. Aunque lo cierto es que el argentino realizó un gran partido contra el Atlético tras haber sido suplente en Anoeta. La Pulga es, tras el arquero mexicano, el futbolista del Barça con más minutos en el torneo de la regularidad (1.575). Le siguen Sergio Busquets (1.420) y Jordi Alba (1.342).
«Luis Enrique va a triunfar, pero en la vida todo necesita tiempo. El fútbol es un proceso», analizó Guardiola hace un par de meses. Y en eso anda el asturiano, buscando la tecla, camino de alcanzar a Pep en el número de pruebas. La próxima ocasión se le presenta en Riazor. «Hago la alineación según lo que queramos en el campo», proclama Lucho. A ver qué pretende este domingo.