El jugador español de los Timberwolves se perdió 43 partidos por su lesión en el tobillo
01 feb 2015 . Actualizado a las 23:47 h.El jugador español de Minnesota Timberwolves Ricky Rubio podría volver mañana a jugar en la NBA después de casi tres meses fuera de las canchas por una lesión en el tobillo. «Ha sido examinado por tres especialistas y todos le han dado el visto bueno para el lunes, si todo va bien», dijo el sábado el técnico de los Wolves, Flip Saunders.
El regreso ante Dallas Mavericks, aún no oficialmente confirmado, marcaría el final de un proceso de recuperación que se extendió más de lo previsto. Ricky Rubio, de 24 años, se lastimó el tobillo el 7 de noviembre en un partido ante Orlando Magic y se ha perdido ya 43 partidos. La lesión llegó poco después de firmar una extensión de contrato por cuatro años y 54 millones de dólares a partir de la próxima temporada que lo convertirá en el jugador mejor pagado del equipo.
Los Wolves, que además de la lesión de Rubio han sufrido las de Kevin Martin y Nikola Pekovic, ya recuperados, son el peor conjunto de la NBA con un balance de 8-39. Saunders destacó como aspecto positivo que en los tres meses que ha estado fuera de las canchas, Rubio ha mejorado su lanzamiento, uno de sus puntos débiles.
«En un año podríamos mirar atrás y decir que lo mejor que le pudo pasar fueron esos tres meses fuera, en los que realmente fue capaz de trabajar en su lanzamiento y convertirse en un lanzador consistente», dijo el técnico el sábado, antes de una nueva derrota, ante Cleveland Cavaliers. Rubio promedia 10,1 puntos y 8,2 asistencias por partido, pero su asignatura pendiente es el lanzamiento: sólo un 37 por ciento de efectividad en tiros de campo.
Rubio es la pieza sobre la que quiere cimentar el futuro un conjunto joven que no juega los playoffs desde 2004. Esta temporada los Wolves perdieron a su buque insignia, Kevin Love, ahora jugador de Cleveland, y a cambio sumaron a los jóvenes Andrew Wiggins, número uno del draft, Anthony Bennett y Zach LaVine. El español fue elegido por los Wolves en el draft de 2009 pero no se unió al equipo hasta el inicio de la temporada 2011-12. Tras un espectacular inicio en la campaña de su debut, sufrió una grave lesión de rodilla que lo tuvo apartado de las canchas diez meses.