El joven que emula a Ícaro con saltos y piruetas en bicicleta

j.m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

DEPORTES

El boirense terminó entre los diez primeros en la prueba internacional O Marisquiño de Vigo.
El boirense terminó entre los diez primeros en la prueba internacional O Marisquiño de Vigo. dani gestoso< / span>

Manuel Lustres Nieto es un auténtico malabarista sobre dos ruedas

03 sep 2015 . Actualizado a las 05:15 h.

Se ve tan fácil que dan ganas de subirse a una bicicleta y hacer piruetas. Pero la verdad es muy distinta. Montarse a una máquina de dos ruedas y moverse como lo hace Manuel Lustres Nieto es sumamente complicado. Hacer saltos impresionantes y mantener el equilibrio como los especialistas no está al alcance de cualquiera. Este joven boirense se especializó en descenso de montaña, modalidad en la que compite desde hace unos tres años. Y la verdad es que lo hace a las mil maravillas. La temporada pasada se proclamó campeón del abierto gallego.

Pero disfrutar de esta modalidad deportiva y poder dedicarse a ella no es nada fácil. Hace falta mucho dinero para competir a un nivel más alto pero, como todo deporte minoritario, la escasez de ayudas provoca que los afectados tengan que hacer malabarismos para acudir a las pruebas más importantes.

A pesar de que es el actual campeón gallego de esta modalidad, el boirense no pudo salir a defender el título. Su equipo, el DH Galicia le presta una gran ayuda, pero «non é suficiente para poder competir a nivel galego». Y es que para participar en el circuito son necesarios más de 2.000 euros para desplazamientos y manutención.

Manuel Lustres reconoce que este año no pudo participar en la competición por falta de dinero. Aún así hizo varias pruebas pero tuvo que desistir del campeonato autonómico. Se subió a la bicicleta por primera vez este año en Santiago haciendo un séptimo puesto. A pesar de que apenas había entrenado «atopeime moi ben» y terminó entre los mejores en un torneo en el que había unos 120 competidores.

El encuentro de O Marisquiño de Vigo era un escaparate que no podía desaprovechar. Lustres cogió su máquina y participó en uno de los torneos internacionales más importantes de descenso urbano de España que se disputó el mes pasado. Con varios entrenamientos sobre sus piernas disfrutó como no lo había hecho en varios meses por el casco antiguo de la ciudad olívica y con miles de espectadores jaleando los vertiginosos descensos de los hábiles ciclistas. Terminó octavo en una prueba a la que acudieron los mejores del panorama internacional. Todo un éxito.

Nuevas sensaciones

Su siguiente cita fue en la localidad de Sarria. Otra exhibición urbana que organizaba su equipo. En esta ocasión el lugar más alto del podio fue para el boirense que recuperaba sensaciones tras un largo año de inactividad por falta de dinero.

El corredor afirma que los descensos urbanos están aumentando de forma considerable, aunque son muy distintos a los de montaña. Por las calles de las localidades las bajadas son mucho más espectaculares y el público se acerca a presenciar a los corredores porque hacen auténticas maravillas.

Hacer lo que hacen estos especialistas no es nada fácil y requiere mucho entrenamiento y preparación. «Eu con 13 anos intentaba saltar unha beirarrúa e caía. Os compañeiros ríanse de min pero como me gustaba seguía intentándoo e agora cheguei ata aquí», afirma.

La principal condición para poder subirse a una máquina de estas características es «estar fisicamente moi ben». Y es que el velocípedo pesa más de quince kilos «e hai que ter forza e maña para poder manexalo».

Los saltos y las piruetas parecen imposibles y más aún cuando «chegas a facer saltos de ata 16 metros». Comenta que es un deporte muy arriesgado en el que las caídas y lesiones son bastante frecuentes.

El objetivo de Manuel Lustres es poder participar el próximo año en el circuito gallego y pelear por el título. Sabe que será complicado y más aún debido a las estrecheces económicas pues como siempre, el dinero es el que mueve el mundo, y la bicicleta.

personaje de actualidad

Manuel Lustres Nieto

Boiro (1989)

Operario

Bicicleta