El obradoirismo se vuelca con Kendall por la grave enfermedad de su hijo

Francisco Balado Fontenla
F. Balado LA VOZ

DEPORTES

Al pequeño Skyler le fue diagnosticado un tumor cerebral hace unos meses. Una campaña de «crowdfunding» que recauda fondos para contribuir a su tratamiento cuenta con aportaciones de muchos aficionados y exjugadores del equipo

17 sep 2015 . Actualizado a las 14:00 h.

Levon Kendall es uno de los jugadores más queridos por la afición del Obradoiro. El pívot llegó al equipo compostelano en la temporada 2010-11, la del ascenso a la ACB en Burgos. El canadiense aterrizó como un auténtico desconocido, pero con el paso de los minutos, canasta a canasta, se fue afianzando en el equipo hasta llegar a convertirse en una de las piezas fundamentales en el cuadro dirigido por Moncho Fernández.

Vibró con el Miudiño antes de los partidos durante tres cursos, ya que a finales de la 2012-2013 aceptó una oferta de Berlín. Pero durante esos tres años, además de cuajar en la cancha y en los vestuarios, también lo hizo en las calles de Compostela. Levon Kendall, lejos de atrincherarse en su piso a jugar a la consola, era un ciudadano más. Uno de sus sitios favoritos siempre fue el Mercado de Abastos, en el que era fácil encontrárselo, con sus 2.09 metros de altura, regateando en perfecto castellano con las placeiras buscando un mejor precio para unos pimientos de Padrón o un mejor consejo para cocinar un pescado fresco. Antropólogo, pianista, aprendiz de pintor, defensor del reciclaje... «un Da Vinci», publicaba La Voz de Galicia en su última página del 9 de diciembre del 2010 con una imagen del canadiense al piano. Incluso llegó a actuar en A Quintana durante un concierto que ofreció en las Fiestas de la Ascensión

Concierto en A Quintana durante las Fiestas de la Ascensión del 2013
Concierto en A Quintana durante las Fiestas de la Ascensión del 2013 XOÁN A. SOLER

Regresó a Sar en febrero del 2015 con la camiseta del Gran Canaria, en donde la afición y la ciudad tuvieron la oportunidad de demostrarle su cariño en un partido repleto de emociones. Pero un par de meses después la vida de Kendall sufrió un duro golpe. A su hijo Skyler, con apenas diez meses de vida, le diagnosticaron un tumor cerebral. Kendall hizo las maletas y regresó a Canadá dejando el baloncesto de lado a sus 30 años para centrarse en el tratamiento de su hijo. Skyler fue operado con éxito en Toronto, pero tras la cirugía los doctores decretaron varias semanas de radioterapia para seguir combatiendo el tumor. 

Hace cuatro días arrancó una campaña de crowdfunding con el objetivo de recaudar fondos para «ayudar a cubrir algunos de los elevados gastos», ya que tanto el padre como la madre de Skyler «se han quedado sin la posibilidad de generar ingresos» durante esta etapa de sus vidas. «Cualquier ayuda será muy apreciada», dicen desde la web destinada a la recaudación, que también funciona como un pequeño diario en el que relatan la evolución del pequeño. «Vamos a asegurarnos de que la contagiosa sonrisa de Skyler continúe contagiando todo a su alrededor».

El objetivo de la campaña es recaudar 50.000 dólares (42.000 euros). Hasta el momento han contribuido 161 personas. La lista de los mecenas está repleta de nombres y apellidos característicos de Galicia: Vázquez Román, Andrés Cachalvite, Estrela Seivane, Hugo Lorenzo, María Isabel Castro... Muchas donaciones están acompañadas de mensajes de cariño. Un particular que firma como Anónimo Obradoiro envía ánimos a Levon Kendall y aprovecha para dar las «gracias por tus años en Santiago». Antía García Dios, junto a otra aportación económica, envía buena suerte desde la capital gallega. 

Álvaro Ballesteros

Varios de los jugadores que compartieron vestuario con Kendall durante su etapa en Santiago también han aportado dinero. Alberto Corbacho o Ben Dewar no han dudado en aportar su granito de arena a la causa. También su entrenador en las tres temporadas en el Obradoiro, el santiagués Moncho Fernández, no desaprovechó la oportunidad de formar parte del proyecto, y aprovecha para enviarle «un fuerte de toda la familia».

En los cuatro días que lleva funcionando la campaña se han recaudado 12.900 dólares, lo que supone una cuarta parte del objetivo marcado.