El italiano ha conseguido que todo el que se interponga en su camino soporte una presión extrema
01 nov 2015 . Actualizado a las 10:52 h.El episodio de los seudoperiodistas italianos invadiendo la casa de Marc Márquez, el anuncio de concentraciones en Cervera, las incendiadas ruedas de prensa de Rossi, la movilización en Italia defendiendo las trampas de su ídolo... Todo se ha salido de madre por obra y gracia de Valentino, que ha diseñado un auténtico infierno para quien le quiera arrebatar su décimo título mundial. No se libra nadie, pilotos, jueces de carrera, instituciones arbitrales... O gana Rossi, o habrá un gran follón. La carrera de valencia es una bomba.
¿Tiene la culpa Rossi del incidente en casa de Márquez?
Parece obvio que Valentino no es quien ordenó a los periodistas del programa italiano de televisión Le Iene invadir la intimidad de Márquez e insultarle delante de su propia familia. Pero si algo no es Vale es un ingenuo. Ha decidido que quien quiera ganarle deberá vivir un auténtico infierno. Ha diseñado un escenario en el que todo el que se mueva contra él lo pagará de una u otra forma, pero siempre con sufrimiento. Sabe que casi toda Italia le seguirá hasta el final. A Márquez ya le ha hecho la vida imposible y le ha creado una situación anímica complicada para competir al máximo nivel en Valencia. Una caída de la estrella española, una salida de pista, un error y un estorbo menos (el principal) para il Dottore. Iannone, italiano como él, ya ha recibido bien el mensaje y parece difícil que se vaya a atrever otra vez a superarle como hizo en Australia. Al propio Jorge Lorenzo, con quien no se mete directamente porque es un piloto de Yamaha, le ha alterado por completo su preparación normal, y le ha obligado a desmentir una presunta y disparatada conspiración en Andorra entre él y Márquez para arrebatarle en el Mundial.
¿La dará la razón el TAS al italiano?
Rossi no solo ataca a los pilotos, juega también la baza jurídica. Ha recurrido al TAS para conseguir la anulación de la sanción de una forma cautelar. Es decir, que en Valencia le dejen salir con normalidad y no el último de la parrilla. Tiene opciones de conseguirlo, porque, efectivamente, su argumento es bueno. Sufrirá un mal irreparable si pierde el Mundial y finalmente le dan la razón más adelante en el fondo del asunto. Si gana el recurso, habrá otros perjudicados, pero de forma indirecta, dado que Lorenzo no estuvo involucrado en el incidente Márquez-Pedrosa. Rossi también ha sabido trasladar la presión al TAS, a quien pretende hacer culpable de una injusticia si su fallo es contrario al italiano.
¿Cómo se comportará el público en Valencia?
La afición de Rossi es la más animosa. El carisma del campeonísimo le ha generado miles de fieles. Los mismos que, ahora, no han querido ver la patada a Márquez y que se han tragado la patraña de la conspiración entre Marc y Lorenzo. El público estará más activo de lo normal e intentará descentrar a los rivales de Vale. Entre la organización se teme incluso la posibilidad de que se produzcan altercados entre aficionados de diferentes pilotos.
¿Y si se producen nuevos incidentes en carrera?
Rossi no ha dejado títere con cabeza. Todo el que participa en el circo sabe que vivirá un infierno si participa de cualquier acción que pueda perjudicarle. Si vuelve a haber un incidente de carrera como el de Sepang, la presión sobre los jueces será máxima e insoportable. Nadie quiere estar en medio del camino de Valentino porque han visto de lo que es capaz. Rossi es una parte importantísima del negocio de MotoGP. Hay que pensárselo más de dos veces antes de ir contra él, por mucha razón que se tenga.
¿Por qué Valentino está tan desesperado por ganar este Mundial?
Hay quien sostiene que Rossi se había alzado con siete títulos mundiales de la máxima cilindrada porque no tuvo rivales de empaque. Que pilotos como Gibernau eran poco menos que una broma para Il Dottore. Sin embargo, la irrupción de Lorenzo, Pedrosa y Márquez, y también la presencia de Stoner anteriormente, le ha alejado de los títulos. No gana uno hace tiempo. Desde el 2009, Lorenzo ha logrado dos mundiales, Stoner, uno; y Márquez, otros dos. Rossi se ha visto impotente y casi siempre superado. Incluso este año, se ha demostrado que no es el mejor piloto, si bien ha sabido aprovechar las circunstancias de cada carrera para llegar con una pequeña renta a la última prueba.
Ya solo queda una semana para la cita definitiva. No se recuerda una prueba con semejante tensión. Rossi lo ha conseguido. Ha reinventado el infierno para sus enemigos.