El nadador relata su bajada a los infiernos y sus problemas con el alcohol antes de su resurrección deportiva camino a los Juegos de Río
10 nov 2015 . Actualizado a las 21:04 h.El nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista olímpico con más medallas de la historia, reveló que durante los días posteriores a su arresto por conducir ebrio en el 2014 pasó por «momentos oscuros» en los que no tenía ganas de vivir. «Realmente estaba en un lugar oscuro, no quería vivir más», dijo en un perfil que publicó la revista Sports Illustrated.
Phelps, ganador de 22 medallas en Juegos Olímpicos, 18 de ellas de oro, se prepara para participar en Río 2016, que serían sus quintos y últimos Juegos, según dijo. En septiembre del 2014 fue arrestado por exceso de velocidad y por conducir ebrio, lo que le costó una sanción de seis meses sin competir y no poder participar en agosto en el Mundial de natación de Kazán (Rusia).
Tras retirarse después de Londres 2012, Phelps regresó a la natación en abril de 2014, pero tras el incidente de septiembre de ese año entró en una clínica de rehabilitación, donde pasó 45 días. Después regresó a los entrenamientos y en abril regresó a la competición.
Su estado físico es cada día mejor. «No he tomado ni un sorbo de alcohol ni lo haré», dijo Phelps sobre su intención de no beber al menos hasta después de Río 2016. «Mi grasa corporal se ha rebajado significativamente. Estoy más delgado que nunca. Los resultados están ahí porque he trabajado, me he recuperado, he dormido y me he cuidado más que nunca», afirmó.