«Nunca he andado con sustancias dopantes. Se me ha prejuzgado»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

MARIA GIL LASTRA

La remera Sonia Boubeta ha sido exonerada en la operación Estrobo

11 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenzó a practicar deporte a los 12 años y a los 14 fue seleccionada para el Centro de Tecnificación Deportiva de Pontevedra donde permaneció tres años, tiempo en el que Sonia Boubeta logró varios campeonatos de España y el subcampeonato del Mundo de Remo Olímpico. Fue el inicio de una carrera fulgurante -campeona del mundo de remoergómetro en el 2008 o distintos entorchados nacionales, el último en el 2014 cuando dejó el remo- que sufrió un duro varapalo en el 2010. En la operación Estrobo, la remera, su marido, José Manuel Francisco, exentrenador de Urdaibai, y otras ocho personas fueron imputados por una supuesta trama de dopaje.

Cinco años después, Boubeta acaba de ver como el fiscal y la acusación popular la exoneraban. «Nunca me imagine que tras mi larga trayectoria deportiva, que tanto me ha costado, se pudiese ensuciar tan fácilmente mi imagen sin justificación alguna. Durante cinco años se me ha imputado y acusado de un delito no cometido en una causa relacionada con el dopaje sin que, ni mi trayectoria deportiva, ni mis actos deportivos nada hayan tenido que ver con ese tema», lamentó ayer desde Pontevedra, donde ejerce como militar en la Brilat.

Sonia Boubeta no pudo evitar emocionarse al recordar lo que han sido estos años, en los que siempre ha proclamado su inocencia: «Pese a ello, he podido ver como se me arrastraba y se me sentaba en un banquillo».

La imputación «me ha generado un daño irreparable». A nivel personal, «por cuanto soy hija y madre, y tanto mis padres como mis hijos lo han pasado realmente mal», mientras que en el ámbito social «se me ha prejuzgado antes de tiempo» y en lo deportivo, determinados «responsables deportivos de clubes, equipos y asociaciones privadas han utilizado esta situación para generar un entorno de dudas sobre mí». Además de que, profesionalmente, le ha impedido opositar.

La de Meira (Moaña) dejó claro que, en su retirada, la imputación «no ha sido la causa principal, pero no cabe duda de que después de cinco años de desconfianzas, de dar explicaciones, de estar a la sombra de haber sido un fraude, claro que te va minando y acaba pesando en las decisiones de si sigues remando. Estás desencantada». Es por ello que quiso dar la cara con un objetivo en mente: «Me gustaría rehabilitar una imagen que nunca debió ensuciarse. Nunca he andado con sustancias dopantes».