Larga reflexión en el desplazamiento de la expedición azulgrana a Japón, donde el jueves se medirán al Guangzhou de Scolari y Robinho
13 dic 2015 . Actualizado a las 20:15 h.El Barça se subió a un avión rumbo a Japón y al Mundial de Clubes este domingo por la mañana, aunque mentalmente lleva allí desde hace más de una semana, concretamente desde el momento en el que el equipo azulgrana, incluso su cuerpo técnico, dio por ganado el partido de Mestalla tras el gol de Luis Suárez que premiaba por fin una gran primera hora de juego en la que el uruguayo y sus compañeros desaprovecharon una gran cantidad de ocasiones. En aquel minuto 60 comenzó la especulación y el ahorro de energía pensando en el Mundial de Clubes, se pasó de correr a caminar y el Valencia empató 1-1.
Tras lo sucedido, ni un voz autocrítica, todos satisfechos del gran juego desplegado durante gran parte del encuentro, hasta Luis Enrique rendido a esa exhibición parcial. Nadie lo consideró un aviso. Y cuando esas cosas suceden, la historia suele repetirse muy pronto. El Deportivo castigó esa autocomplacencia, peligroso concepto admitido en su día por Joan Laporta porque resumió la caída en picado del Barça de Rijkaard. El equipo coruñés, que dio una gran imagen, igualó este sábado un 2-0 en el Camp Nou en los últimos minutos, pero esta vez sin exhibición azulgrana durante ningún momento del partido. Ahora sí llegan las lamentaciones porque el Barça ha dilapidado su ventaja en la Liga víctima de su relajación y de sus distracciones competitivas. El largo vuelo a Japón permite darle vueltas al asunto. Sergio Busquets e Iniesta, dos de los capitanes, ya reflexionaron el sábado en voz alta, esta vez sí, con una dosis de autocríticas. Ese es el camino.
Los dos empates no se pueden achacar al desgaste físico de una temporada muy exigente desde las Supercopas y en la que las lesiones han impedido que se hagan las rotaciones ideales. Precisamente, Luis Enrique reservó antes del 1-1 en Valencia a todos sus titulares en el partido de Copa ante el Villanovense e hizo lo mismo con la gran mayoría entre semana en Leverkusen (1-1) antes del 2-2 frente al Deportivo. El descanso les ha ido peor a unos jugadores acostumbrados a competir cada tres días.
Víctor Sánchez del Amo, además, descubrió en público el secreto de un planteamiento exitoso, con 7 jugadores defendiendo y tres descolgados para aprovechar pérdidas de balón, con un hombre incomodando siempre a Sergio Busquets en la salida de balón y los otros dos puntas siempre interfiriendo en el juego de los centrales. El Deportivo sembró el caos en la zona de creación azulgrana y otros lo harán en breve porque las fórmulas que funcionan son copiadas de inmediato por otros técnicos. La calcarán.
Scolari y Robinho, amenazas
Entre los tres empates seguidos y la lesión de Neymar, esa pequeña rotura fibrilar que sufrió en un entrenamiento en Leverkusen, el ánimo del Barça no es el mejor para afrontar el Mundial de Clubes que tiene una trampa. Bien harán todos en no pensar ya en una hipotética final ante River Plate porque antes deben eliminar el jueves en semifinales (11.30 horas) a un hueso, el Guangzhou Evergrande. Los chinos dieron la sorpresa al eliminar de madrugada al América de México (1-2). Que sea un equipo asiático no debe confundir porque en su banquillo está Luiz Felipe Scolari, un ganador que sabe hurgar en las héridas de los rivales y ya ha advertido de que «ganarle al Barça no es imposible». Y además del entrenador brasileño, varios compatriotas suyos son capaces de todo: Robinho, Paulinho, Goulart y Elkeson.
Sin Neymar, a quien se le espera para la posible final, y con Messi a medio gas (ante el Deportivo, como frente al Valencia, jugó con el freno de mano casi todo el encuentro), el Barça ya no parece tan superior a nadie. Para colmo, las salidas de tono de Piqué comienzan a cansar a sus propios compañeros, que desearían que se centrara en el fútbol en lugar de iniciar o continuar guerras dialécticas, en esta ocasión con Arbeloa y su «no es amigo, es cono-cido».
El Barça, por cierto, se enterará en Japón de su rival en octavos de final de la Liga de Campeones, cuyo sorteo tendrá lugar este lunes: PSG, Juventus, PSV, Arsenal, Dinamo de Kiev, Benfica y Gent son los candidatos a enfrentarse al actual campeón. Otra distracción, esta vez ya en Japón.