La diana de Bea Seijas, de 41 años, triunfa en las redes sociales
15 dic 2015 . Actualizado a las 15:55 h.A golpe de redes sociales, este fin de semana se habló de fútbol sala femenino en buena parte del país. Es una de las reivindicaciones que esta vez convirtió en gol antológico Bea Seijas Couce, nacida hace 41 años en Ferrol.
«Si viene bien para que se valoren los esfuerzos que hacemos las mujeres para jugar a este deporte, mejor que mejor. Internet nos da un poco más de visibilidad, pero en general nos conceden mucha menor importancia que a los chicos», atestigua con fundamentos claros una de las «abuelas» de la Primera División española, la liga más competitiva del mundo, pese a los jóvenes valores que florecen en Brasil o los euros que pagan en Italia.
Esta ourensana de adopción comenzó a jugar a los diez años en las filas del modesto Lago, pequeña localidad del Concello de Valdoviño. Cuando solo existían torneos provinciales, sumó sus primeros entorchados: «Luchábamos después por el título provincial, el gallego y hasta llegamos a ganar un nacional, que se disputó en Ferrol».
El emblemático Sal Lence herculino marcó su siguiente y provechosa etapa, con un balance de tres ligas españolas y cuatro copas. Entonces llegó su golpe de timón con destino al desaparecido CD Ourense, que en aquel momento contaba con sección de fútbol sala femenino. Otra liga -que pudieron ser dos si no mediara una reclamación en los despachos- y una copa más engrosaron el palmarés de Bea, antes de lanzarse a una aventura singular, con la creación del actual Ourense Envialia -en aquellos tiempos el Ponte-, que partió desde la última categoría autonómica a la División de Honor, a ritmo de ascenso por año para terminar con la que es su quinta corona en el torneo regular.
Por el camino quedan sus convocatorias internacionales con España y el amor por un deporte al que no se cansa de defender. Le alegra que las nuevas generaciones dispongan de mayores facilidades que las negadas en su juventud, pero sigue dándoles guerra en la cancha, pese a que ya regresó de un retiro que no supo soportar: «No me planteo el adiós, aunque al final de la temporada debo valorar como responde el cuerpo». Y es que a sus 41 años se mide con rivales a las que dobla en edad en muchas ocasiones. Está satisfecha en el engranaje del conjunto ourensano y en una ciudad a la que llegó con 24 años para cambiar de aires por unos meses.
«Este deporte avanza muy poco»
Bea Seijas completó sus estudios en Ingeniería Técnica en Informática de Gestión, así como en Diseño Gráfico, especialidad en la que ejerce con proyectos en páginas web.
A veces le cuesta compaginar sus obligaciones laborales con una pasión que la ha llevado a un nivel profesional, que en realidad no lo es: «Si lo hago es porque me gusta, no cabe duda, pero me da la impresión de que no nos valoran. Salvo el Burela, que tiene una estructura de equipo profesional y lo hace muy bien, en el resto de la liga es todo más complicado. Yo misma trabajo en jornada partida y cuando salgo, a veces no tengo ni tiempo para pasar por casa a merendar y tengo que irme directa al entrenamiento».
Incluso aclara con respecto a sus compañeras que las jugadoras foráneas del Ourense Envialia también tienen su trabajo al margen del fútbol sala y, aún siendo una luchadora impenitente por los derechos de las deportistas, admite una cierta decepción porque «este deporte avanza muy poco, en todos estos años, las mejoras han sido mínimas y, al contrario, hemos visto como la copa femenina ha pasado de ocho a cuatro equipos, han desaparecido los torneos absolutos de selecciones autonómicas y quienes tienen que tomar cartas en el asunto hacen muy poco, mientras que abundan todo tipo de competiciones masculinas».
No es mucho mejor el panorama internacional, según la cualificada impresión de Bea: «El mundial que se disputó los últimos años ni siquiera es oficial y no es la mejor manera de vender el fútbol sala femenino. Fue difícil hasta ver los partidos».