Un caballo de Troya de Villar en el TAD

fernando hidalgo, pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

ALBA PEREZ

Un miembro del tribunal que debe juzgar al presidente tendrá que abstenerse tras trascender que trabaja para el mismo despacho que el abogado al que el dirigente encargó su defensa

23 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si bien es cierto que Ángel María Villar no se caracteriza por publicitar nada de lo que hace, también lo es que el misterio sobre el abogado contratado para que le defienda ante el CSD ha llamado poderosamente la atención. ¿Por qué tanto secretismo? ¿Qué razones puede haber para que alguien no quiera que se sepa quién es su abogado?

La pregunta ya tiene respuesta. Villar encargó su defensa en el caso Recreativo a Gilberto Pérez del Blanco, un letrado externo del despacho Jiménez de Parga, el mismo en el que trabaja Tomás González Cueto, miembro del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), instancia que está pendiente de decidir si abre un expediente a Villar. Pero además de tener este vínculo, Pérez Del Blanco y González Cueto han mantenido a lo largo de sus trayectorias varios proyectos profesionales en común, por lo que resulta llamativo que el miembro del TAD no fuera informado por Del Blanco en cuanto este inició su colaboración con Villar.

Hoy en día, Del Blanco ya no figura como abogado de Villar. Según se comenta en los círculos federativos, en cuanto comenzó a trascender que asesoraba al presidente de la federación, decidieron cambiar. Según el País, ahora es Ignacio Peláez quien lleva el caso, dándose la curiosa coincidencia que Peláez se presentó a las elecciones del Colegio de Abogados de Madrid con Tomás González Cueto como segundo en su lista.

Todo ese cúmulo de casualidades (así califican estas coincidencias), han desatado las especulaciones en el mundo del fútbol sobre las intenciones de Villar. Algunas fuentes cercanas a la federación consultadas por este periódico hablan de que las intenciones del dirigente eran las de «tener un caballo de Troya dentro del tribunal. Alguien que no solo pudiera votar a favor, sino también estar informado de primera mano de cuanto allí acontece». Una especie de jugada tan maquiavélica como maestra del bilbaíno.

Por el contrario, Tomás González Cueto no ve nada de esto. Afirma que se abstendrá cuando el TAD aborde el caso. «Me da igual si con la ley en la mano no se comete ninguna infracción, pero hay que ser generoso cuando exista la mínima duda. Cuando se afronte este tema, yo ya estaré fuera de la sala. Bien sea por cosas que has hecho tú o por las que han hecho otros, hay que abstenerse. Se lo dije al presidente del tribunal y no solo le pareció correcto, sino que él también se abstendrá en este caso», argumenta. Sin embargo, según algunas fuentes, en la reunión del pasado viernes tuvo una participación activa y mantuvo opiniones coincidentes con las tesis de la defensa de Villar.

El otro caso al que se refiere, es el que dirimirá el futuro del presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez. «En ese caso me alegro de abstenerme. Lo conozco personalmente y me da mucha pena todo lo que ha salido. Y si se archiva, seré el hombre más feliz», añadió.

Sin embargo, Cueto no fue tan tibio a la hora de referirse a Villar. «No le conozco de nada y, visto lo visto, tengo que decir que afortunadamente. No he hecho ningún papel para él ni me he reunido con él», relataba a La Voz.

En cualquier caso, las palabras de Cueto no explican cuál fue el hilo conductor que llevó a Villar a encargar su defensa a Del Blanco, ni el celo del dirigente en haber mantenido el asunto secreto.

Una asamblea para reducir el número de miembros y facilitar la reelección

Villar planteó ayer en la junta directiva de la RFEF reunida en Madrid la convocatoria de una asamblea general para reducir el número de miembros de 180 a 140 (los que eligen al presidente) y modificar el sistema de moción de censura.

Estos dos aspectos fueron rechazados en el reglamento electoral de la RFEF que obra en poder del CSD y mediante esta convocatoria, Villar pretende incluir estas medidas en los propios estatutos de la federación para facilitar su reelección. La reducción de número de miembros resta peso al fútbol profesional (dirigido por Tebas, con quien mantiene un enfrentamiento) y mientras la ley dice que para la moción de censura es necesaria la mayoría absoluta, Villar pretende que se rija con dos tercios de los votos.

Por otra parte, en la reunión de ayer también se procedió, por parte del representante del Recreativo de Huelva, a la lectura de un escrito en el que adjudicaba la responsabilidad de las ayudas irregulares al club en la temporada 2014-2015 al secretario general y opositor de Villar, Jorge Pérez, que estaba ayer presente y tuvo que sufrir el escarnio de escuchar la lectura de ese documento que sostenía las tesis de defensa de Villar.

Por otra parte, el presidente de la RFEF pidió a la junta directiva la adhesión al escrito que había enviado a la FIFA quejándose de las injerencias gubernamentales.