
Este sistema de protección para los pilotos podría evitar tragedias como las de Bianchi o María de Villota
04 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Kimi Räikkönen ha pasado a la historia de la fórmula 1 este jueves en Montmeló. El piloto finlandés ha sido el encargado de hacer debutar el nuevo sistema de protección de los pilotos que, en teoría, se pondrá en marcha a partir de 2017: el sistema halo. Ferrari ha sido la escudería elegida por la FIA para poner en la pista esa nueva pieza de protección, que pretende evitar las trágicas consecuencias de accidentes como los que costaron la vida a Jules Bianchi (chocó contra una grúa), María de Villota (chocó contra la rampa un camión abierto) o al piloto de la Indy Justin Wilson (un trozo de otro coche accidentado impactó contra el casco).
El campeón del mundo de 2007 rodó durante una única vuelta de instalación con el vistoso elemento, aunque el diseño proviene de Mercedes. La FIA aceptó esta idea, y los test de Montmeló se han presentado como un escenario perfecto para la puesta de largo del elemento.
Un portavoz de Ferrari explicó en una improvisada comparecencia ante los medios que Raikkonen no había expresado ninguna queja al respecto (no había dicho nada en absoluto), y que el único objetivo de este primer ensayo era ver en acción un sistema que ya habían probado en el simulador. Los mayores inconvenientes, a priori, parecen la pérdida parcial de visibilidad del piloto y la dificultad para quitar la prótesis al monoplaza. No está previsto que se vuelva a ver en pista esta semana, según informaron desde Ferrari, si bien las primeras sensaciones por su parte son optimistas. «Es un camino interesante y todo lo que sea mejorar la seguridad cuenta con nuestro apoyo», explicaron desde la Scuderia.
La otra versión del piloto
Pese a la versión oficial, que asegura que Raikkonen no encontró demasiados inconvenientes al rodar con el nuevo sistema y que cuando los ingenieros le preguntaron por radio respondió con un escueto «ok», existe otra versión que asegura que cuando el finlandés entró en boxes para que le reparasen una avería les soltó a los ingenieros: «Tiradlo a la basura, chicos». Los mecánicos retiraron el artilugio del monoplaza y se centraron en subsanar los problemas que habían aparecido en el coche que acabó liderando la tabla de tiempos en el circuito de Montmeló, en Cataluña.