La rivalidad tiende a la normalidad

La Voz VIGO

DEPORTES

PACO RODRÍGUEZ

Celta y Deportivo se han empeñado en hacer del gallego un derbi a la vasca

02 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Celta y Deportivo caminan a paso ligero hacia el derbi de la concordia. De la mano de Carlos Mouriño y Tino Fernández, los presidentes de las dos entidades, que mantienen unas excelentes relaciones, pero con la implicación también de sus profesionales, de emblemas como Iago Aspas y Lucas Pérez, que compartieron risas en un acto el pasado lunes, y de jugadores hechos a sí mismos como Sergio y Fabricio. Los dos porteros hicieron gala de complicidad en la tarde de ayer en la presentación del curso básico de especialización de entrenadores de porteros de la Federación Galega de Fútbol en el que ambos son alumnos.

Guiños todos ellos que invitan a pensar que la paz de la primera vuelta en Riazor tendrá su continuidad esta noche en Balaídos. De entrada el partido ha sido declarado de alto riesgo y unas 500 personas formarán parte de un operativo que comenzará al mediodía y se mantendrá hasta horas después del partido tal y como ratificaron todos los responsables de seguridad en la reunión que tuvo lugar en la jornada de ayer. El operativo estará formado por 250 efectivos de la Policía, y otros tantos integrantes de la seguridad privada del Celta y de miembros de Protección Civil. Número que aparece duplicado con respecto a un partido normal, algo habitual cuando adquiere la etiqueta de alto riesgo.

En cuanto al aforo, y aunque todavía quedan algunas entradas en taquilla, se espera un lleno del coliseo vigués con 630 aficionados del Deportivo en el graderío de Río Alto en donde se ubica ahora la zona para la afición visitante al estar en obras el estadio desde hace tiempo. La mayoría de estos seis centenares de aficiones del conjunto coruñés llegarán a en ocho autobuses. La distribución de las entradas visitantes corrió a cargo del conjunto coruñés.

Ambiente tranquilo

Todo apunta que Balaídos vivirá en esta ocasión un derbi sin incidentes relevantes. En la ida, no se registraron incidentes de relevancia más allá de la típica rivalidad entre las dos aficiones.

Para que este clima fuera posible mucho han tenido que ver los principales actores y estamentos de ambos clubes. Atrás quedan los tiempos de la guerra fría, con mínimas relaciones entre los dos equipos y con un ambiente enrarecido entre los jugadores.

Todo lo contrario que ahora, en donde ambos equipos se empeñan en dar síntomas de cordialidad cada vez que se ven las caras. Mouriño y Tino Fernández comenzaron este camino y hoy compartirán mesa y mantel en la tradicional comida de los consejos de administración. Los jugadores también han puesto mucho de su parte. Aspas y Lucas son un claro ejemplo teniendo en cuenta que ambos son iconos para sus respectivas aficiones. Ayer le tocó a Sergio Álvarez y Fabricio, los dos porteros (aunque el deportivista no podrá estar bajo los palos.

En este clima de buen entendimiento hasta las dos aficiones han ido bajando la tensión, conscientes de que la violencia no conduce a ningún lugar y que si el derbi vasco se puede vivir en armonía, el gallego también. Algo que ha dejado de ser una utopía. Aunque en el campo cada uno defenderá sus intereses y sus colores.

Balaídos rozará el lleno, con solo 500 entradas a la venta para Gol, Tribuna y Río

Si Balaídos no se llena para el partido de esta noche, se quedará muy cerca. El club anunció ayer que quedan a la venta alrededor de medio millar de entradas -la mitad que el día anterior-, todas ellas correspondientes a las gradas de Tribuna, Gol y Río Bajo después de que las restantes, Río Alto y Marcador se agotaran días atrás.

Las taquillas del municipal vigués estarán abiertas hoy desde las 10.00 horas hasta el inicio del partido, a las 22.05. También se mantiene la posibilidad de comprar a través de la web del Celta unos billetes cuyos precios oscilan entre los 60 y los 90 euros para la categoría adulto y entre los 40 y los 60 para aficionados sub-25.

Himno y mosaico

Antes del inicio del partido, coincidiendo co la salida de los jugadores al terreno de juego, el himno gallego sustituirá al del Celta que suena habitualmente en cada partido que los vigueses disputan como locales. Se repite así una iniciativa que desarrolló el Deportivo en el partido de ida del pasado noviembre y que fue muy aplaudida, lo que llevó a que la afición céltica demandara que se hiciera en Balaídos.

Más habitual en cada derbi es el mosaico que también en esta ocasión formarán los aficionados con las cartulinas que encontrarán sobre sus asientos. Con el color celeste como predominante, se formará una figura y también se podrá leer uno de los clásicos lemas del celtismo.