Iniesta es una delicia. Y le ha tocado liderar un grupo de futbolistas extraordinarios. La incontestable victoria de ayer ilusiona a todo el país, más por el cómo que por el cuánto. La exhibición ante los turcos ya ha convertido al grupo de Del Bosque en el claro favorito a ganar la Eurocopa. Sigue siendo dificilísimo, pero tras la disputa de casi dos jornadas de la primera fase, nadie aguanta la comparación con este equipo.
Es cierto que los rivales no han sido precisamente de enjundia y que a medida que se empine el camino, habrá más dificultades. Pero Francia ha ganado sus dos partidos por los pelos y sin fútbol; Inglaterra lleva cuatro puntos sudados a sangre y fuego; Bélgica ya sabe lo que es perder; Italia gana sin brillo; Alemania casi pierde ante los polacos; y Portugal no fue capaz de derrotar a la humilde Islandia. Y mientras, España enamora liderada por el gran Iniesta. La selección fue grande en tiempos en los que el líder era Xavi. En Francia, el liderazgo ha recaído por primera vez en Andrés. Y no defrauda. Resulta increíble que alguien con su trayectoria haya sido incluso capaz de dar un paso al frente. Y a poco que los árbitros le protejan de aviesas patadas, lleva camino de escribir una historia memorable.