Para todos los rivales con los que se enfrenta Phelps estos día en la piscina de Río, la gran estrella de la natación mundial es su ídolo, el gran referente al que todavía sueñan con emular. De hecho, ayer sólo Lochte y Thiago Pereira pertenecían a la generación de Michael. Son deportistas que han desarrollado su carrera eclipsados por el brillo del de Baltimore. Tanto unos como otros, cuando vieron que Phelps ganaba el 200 mariposa, quizás la prueba más dura a la que se tuvo que enfrentar el estadounidense, supieron de inmediato que el Tiburón estaba de vuelta. Su gran estado de forma, prodigioso para ya haber entrado en la treintena, está haciendo el resto. Puede ser una explicación para que Phelps ganase el 200 estilos con una suficiencia muy superior a la esperada. Todo el mundo habla de las marcas, de que hay nadadores que son capaces de volar más rápido que Phelps, pero que nadie se olvide que esas marcas sólo valen si las haces el día de la verdad y con él nadando a tu lado.
Fernando Zarzosa es entrenador del grupo de alto rendimiento de la natación gallega.