El triatleta ferrolano reconoce que le preocupó su lesión por la inversión de sus patrocinadores, pero asegura que «todo ha sido comprensión»
30 oct 2016 . Actualizado a las 14:10 h.Acaba de regresar a los entrenamientos, donde es como un robot, una máquina de precisión milimétrica. De eso y de la competición no se cansa de hablar, pero cuando se trata de escarbar quién hay detrás del Javier Gómez Noya triatleta, del pentacampeón del mundo, aparece su perfil más reservado. Quizás, porque, como él asegura, en realidad no hay mucho más: son la misma persona.
-¿Se ha repuesto ya de lo de los Juegos de Río?
-Sí, al principio estaba preocupado, no solo por la lesión, sino por mis patrocinadores, que habían invertido mucho dinero en esta campaña olímpica y no sabía cómo se lo iban a tomar. Pero todo ha sido comprensión, nadie me ha dado la espalda, y ahora estoy ilusionado por el futuro.
-Hablando de futuro, ¿se imagina qué estará haciendo dentro de diez años?
-Bufff, ¿dentro de diez años? ¿Con 43? Para competir, un poco complicado... ja, ja... Sí me lo he planteado y creo que me gustaría estar ligado al mundo del deporte. Aún no sé bien la fórmula. Quizás entrenando a gente, no sé a qué nivel, pero aún tengo años para pensarlo.
-¿Qué no hemos descubierto aún de Javier Gómez Noya?
-Pues la verdad es que no lo sé. Me gusta tocar la guitarra, aunque eso ya lo sabéis... Me gusta pasar tiempo con mi gente, que durante el año me es complicado por los viajes que hago... Y no hay mucho más... [piensa unos segundos y empieza a sonreír] No sé qué podemos descubrir a estas alturas...
-Cuando está de viaje en el extranjero y le habla a alguien de Galicia, la respuesta es...
-La conocen más de lo que pensamos. Es cierto que depende de dónde estés, pero en Europa sí les suena. O por el Camino de Santiago o por algún equipo de fútbol, el Dépor lo conocen bastante. Y el triatlón también ha servido para ponerla en órbita. Hemos tenido pruebas de prestigio en Pontevedra que trajeron a mucha gente y también saben que yo vivo aquí y en el mundillo se va conociendo más que antes.
-¿Y no le dicen aquello de toros, paella y sangría?
-Sigue habiendo un poco de eso. Los que han viajado más saben que no es así, pero todavía seguimos teniendo esa imagen... En otros países les cuesta incluso situarnos en el mapa. En Nueva Zelanda, de donde es mi novia, no les hables de Galicia, bastante tienen con saber dónde está España. Allí o en Australia tienen la idea de que Europa es casi como un país.
-¿Era obligatorio que su novia [Anneke Jenkins] fuese triatleta?
-No, pero ayuda bastante... je, je... Supongo que no, pero es difícil para una persona fuera del deporte entender el ritmo de vida que llevamos, lo que entrenamos, lo que viajamos... No es fácil.
-¿El sexo es compatible con el rendimiento?
-He escuchado muchas teorías: que debes abstenerte, que no... Creo que es indiferente, lo importante es descansar... Si no duermes, porque te estás dedicando a otras cosas, el problema es que no descansas. Todo a su debido tiempo es perfectamente compatible.
-¿Y cómo ve lo de formar una familia?
-Sí me llama, pero, en este caso, no depende solo de mí. Aunque no lo veo lejos... Voy teniendo una edad.
-¿Cuántas guitarras guarda en su casa?
-Tengo cuatro, tres eléctricas y una acústica.
-¿Algún capricho pendiente en este sentido?
-Me gustan muchas guitarras, pero también soy consciente de mi nivel y comprar más guitarras ya no tiene sentido. Pero me lo paso muy bien. Diego Paz, que es compañero de entrenamientos, y yo empezamos a llevar a las concentraciones la acústica. Él tiene un amigo que toca la batería, y Hugo, mi fisio, toca el bajo. Cuando encontramos un hueco nos juntamos y tocamos en mi casa. Siempre bromeamos con la historia de que tenemos que montar un grupo y dejar el deporte, pero no parece que vayamos a tener éxito.
-¿En qué sitio le gustaría perderse?
-Me faltan muchos lugares por descubrir. Quizás Indonesia, Tailandia... En esa zona de Asia aún no he estado y me gustaría llegarla a conocer. Pero de África también conozco muy poco y mi hermano ha viajado mucho por allí y me gustaría hacer un viaje con él... Salirme del primer mundo y ver otras cosas, otras culturas.
-¿Recuerda la última vez que salió de fiesta?
-Ahora cuando he estado lesionado, he salido algo con los amigos. Pero tengo interiorizado que soy deportista y que me tengo que cuidar, así que no paso de un par de cervezas... la verdad es que nunca he desfasado demasiado.