El presidente de la FIFA releva al frente de la Comisión de Arbitraje al dirigente vasco, cada vez más aislado, y nombra al excolegiado italiano Pierluigi Collina
21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ángel María Villar prolonga su pérdida de influencia. El último golpe que confirma su decadencia en el concierto internacional se lo asestó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El dirigente suizo lo acaba de destituir como presidente de la Comisión de Arbitraje, en cuyo lugar nombró al excolegiado italiano Pierluigi Collina.
Villar, que se aferra al puesto de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que preside desde 1988, es visto por los nuevos dirigentes del fútbol mundial como un resquicio de la vieja guardia que manejó el negocio durante las últimas décadas. Miembro de una generación de federativos en retirada, como los anteriores responsables de la FIFA, Joseph Blatter, y la UEFA, Michel Platini, involucrados en diversos escándalos de corrupción.
Tanto Aleksander Ceferin, que preside el organismo que rige el fútbol europeo, como Infantino consideran a Villar como un hombre del pasado. El dirigente vasco llegó a anunciar su candidatura a la máxima representación de la UEFA, antes de verse obligado a renunciar por su falta de apoyos.
Villar queda ahora relegado de sus funciones en la Comisión de Arbitraje, el más alto órgano de la FIFA de esta área, que fija la lista de colegiados internacionales, hace la selección para las competiciones de mayor nivel internacional, fija la línea de interpretación del reglamento y propone cambios.
Villar ha perdido la presidencia de las dos comisiones que ostentaba en la FIFA, aunque sigue presente en la ejecutiva y ha ido perdiendo peso. Consciente de su merma de protagonismo en los organismos internacionales, fue retrasando de forma deliberada -tal como vienen denunciando distintos sectores del fútbol español- el proceso electoral a la presidencia de la RFEF.
De hecho, su último movimiento vuelve a suponer, en la práctica, un nuevo retraso en el proceso, que se dilatará, como mínimo, más de un año respecto a lo que marca la ley. El pasado miércoles la RFEF envió al Consejo Superior de Deportes (CSD) un reglamento electoral que incumple la orden ministerial del 2015 que regula este tipo de procedimientos.
Este último movimiento supone en la práctica un pulso a José Ramón Lete, el presidente del CSD, que hace unas semanas había dado por hecho que Villar solicitaría de forma formal una excepción para aprobar el reglamento electoral y corregiría una serie de puntos que todavía no adaptó a la orden ministerial.
La RFEF se escuda en irregularidades de forma para no convocar la asamblea extraordinaria
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) informó ayer que no atenderá a la solicitud de Jorge Pérez, exsecretario general federativo y precandidato a la presidencia, de convocar la Asamblea General Extraordinaria, por «deficiencias sustanciales» en las 36 peticiones de los asambleístas.
Pérez pretende que se distribuya la subvención del 1% de los derechos de televisión de la Copa entre los clubes no profesionales de Segunda B y Tercera. Así les pertenece tras la aprobación del Real Decreto que regula la venta centralizada. De esa manera, los equipos modestos recibirían unos 14 millones de euros esta campaña. Sería un mínimo de 85.000 para cada club de Segunda B y de 35.000 para los de Tercera. Esas cantidades irían aumentando en sucesivas temporadas hasta llegar a los 130.000 euros y a los 50.000, respectivamente, en el 2020.
La federación señaló en un comunicado que «una vez analizadas cada una de las peticiones, se requirió a los asambleístas cuyas solicitudes presentaban algunos defectos, que procedieran a su subsanación», pero que estas deficiencias halladas «son sustanciales de acuerdo a las opiniones jurídicas que la RFEF ha solicitado».
Así, la RFEF indica que no se aportó en estos casos «la copia» del DNI de cada solicitante, recordando que actualmente no tiene «en su poder» una de «todos sus asambleístas». Argumenta que tampoco se aportó el escrito original y que «varias de las peticiones presentaban firmas escaneadas o fotocopiadas de, supuestamente, el presidente de la entidad deportiva o del futbolista solicitante».
Jorge Pérez, en cambio, ya había explicado que la RFEF posee las copias de los DNI de sus asambleístas desde que fueron elegidos en el 2012.
«A pesar de haber recibido dos nuevos escritos durante el tiempo de subsanación, son varias las solicitudes que no han sido corregidas», dice la RFEF. Y subraya que estos informes recalcan que no se ha cumplido con el requisito de que la solicitud cuente al menos con el 20 % de los miembros de la Asamblea.