El que fue uno de los referentes del Compos en los noventa acaba de coger las riendas del Lille, que espera a Bielsa
27 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Franck Passi llegó a prueba al Compostela en el verano del 94. Pero le bastó un partido amistoso en Padrón para convencer a Fernando Santos, quien solía pedir más tiempo para evaluar a los futbolistas que José María Caneda le ponía al alcance de la mano. Junto a Fabiano, formó el que para muchos es el mejor doble pivote de la historia azul y blanca. Y ya por aquel entonces los compañeros veían en el francés un futuro entrenador.
Veinte años después de su aterrizaje en Santiago, Passi coincidió con Marcelo Bielsa en la estructura técnica del Olympique de Marsella. Fue uno de sus ayudantes e hicieron buenas migas: «Cuando llegó, traté de ayudarle para que lo pasara lo mejor posible y a partir de ahí fue creciendo la relación. Él es un sabio del fútbol. Yo le comentaba lo que se iba a encontrar, una cancha que casi siempre se llena y un fútbol francés muy difícil, con jugadores físicamente muy fuertes que corren los noventa minutos».
Si lo compara con el español, enseguida encuentra diferencias: «Aquí -en su país- se tiene menos el balón, se quiere llegar arriba lo más rápido posible y hay más pérdidas. Y otra de las grandes diferencias es que no hay delanteros de la calidad de los que juegan en España. Salvo en el Mónaco, el Paris Saint Germain, el Olympique de Lyon y el Marsella es difícil encontrar goleadores de más de quince tantos por temporada».
La campaña que coincidieron en Marsella dejó abierta la puerta para el reencuentro en el futuro. Pero probablemente ni uno ni otro pensaron nunca en un escenario como el que ahora se plantea. Gerard López, empresario de origen lucense, adquirió el Lille a principios de año. Ha anticipado que Bielsa se hará cargo del equipo de cara a la próxima campaña. Y, entre tanto, ha puesto las riendas del colectivo en manos de Franck Passi, que tiene por delante el reto de evitar el descenso. A falta de once jornadas para la conclusión, maneja seis puntos de renta sobre el penúltimo, pero solo dos respecto al antepenúltimo, que está abocado a disputar una promoción. En ese desafío concentra toda su energía y no se plantea que puede suceder después, ni siquiera la posibilidad de volver a trabajar a las órdenes de Bielsa.
Lo que sí tiene claro es que entre los muchos entrenadores con los que ha coincidido -como jugador y como técnico- hay dos que están a un nivel superior: «De todos se pueden sacar cosas buenas y de todos intento aprender. Fernando Vázquez, por ejemplo, tenía una gran filosofía táctica. Pero Wenger -estuvo a sus órdenes en el Mónaco- y Bielsa son dos genios del fútbol. Distintos. Marcelo tiene un método que aplica a todos los equipos y que funciona con los jugadores porque individualmente crecen mucho. Arsene piensa más en el global, en el equipo».
Passi desconoce su futuro tras esta temporada y lo asume porque «son las oportunidades las que hacen al entrenador».
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