El malagueño salva casi sobre la bocina a un Madrid que estuvo a punto de pagar caro su exceso de confianza ante el Sporting
15 abr 2017 . Actualizado a las 20:30 h.Lo volvió a hacer. Este vez no fue Sergio Ramos sino Isco quien salvó al Real Madrid con un gol en los estertores de un encuentro (2-3) en el que los blancos estuvieron a punto de volver a dar cuerda a la Liga al dejarse para el final unos deberes que debió cumplimentar mucho antes dada la situación en la tabla de su adversario y la abismal diferencia en cuanto a calidad que separa a ambos planteles. Ante un Sporting que precisa casi de un milagro para salvar la categoría y con una nueva revolución en el once pensando en los cruciales choques de la semana que viene ante el Bayern en Champions y frente al Barça en la Liga, el conjunto de Zinedine Zidane estuvo a punto de pagar caro su exceso de confianza, pero salvó el envite, como tantas veces este año, tirando de esa casi sobrenatural capacidad para alterar el marcador sobre la bocina que le acompaña desde que arrancó la temporada.
El malagueño, con un doblete, y Morata con un nuevo tanto en su cuenta que le sitúa a la altura de Benzema, salvaron los muebles en un encuentro con el que la escuadra de la capital da otro paso hacia el título. Alistó Zidane a esa segunda unidad que tan buenos resultados le ha dado en la presente campaña. Con Sergio Ramos y Nacho como únicos supervivientes del once titular que dispuso el miércoles el francés en el Allianz Arena, conformaban los laterales dos futbolistas que llevan meses en el disparadero por sus flojas actuaciones: Danilo y Coentrao. No jugaba este último desde el choque ante el Granada a comienzos de año, cuando sustituyó a Marcelo en el minuto 67. Aún más lejana en el tiempo quedaba su última titularidad, que databa del 2 de noviembre de 2016, ante el Legia de Varsovia en Champions. 164 días en los que el luso tuvo tiempo de hacer una infrecuente confesión para un futbolista al admitir que no estaba bien para vestir la elástica blanca.
Kovacic se desempeñaba como stopper, con Isco y James como volantes en un nuevo examen para ambos. Sobresaliente para el de Arroyo de la Miel y aprobado sin más para el colombiano. Arriba, Morata regresaba tras su exhibición en Butarque, dejando a Lucas Vázquez y Marco Asensio las alas. Sorprendió especialmente la presencia de Nacho, apercibido de sanción y al que una amarilla hubiese apartado del clásico. Arriesgó Zidane con el madrileño, que en el choque de la primera vuelta ante el Sporting sirvió a Cristiano Ronaldo el segundo gol del luso pero que después estuvo a punto de provocar las tablas al derribar a Víctor Rodríguez en el área, penalti que enviaría alto Duje Çop. Coqueteó el 6 con la suspensión en un lance en la primera parte en la que Fernández Borbalán estuvo magnánimo pero, fruto o no de la advertencia, se le vio extrañamente impreciso en una cesión a Casilla que casi le cuesta el segundo al arquero catalán. Salvó finalmente Nacho el partido sin ver tarjeta, por lo que Zidane no tendrá que hacer experimentos en el centro de la zaga ante el Barça.
Correspondió a Lucas Vázquez el primer disparo peligroso, al rematar de cabeza un centro de Danilo. Fue de las pocas acciones a reseñar del gallego, que se marchó enfadado cuando Zidane le retiro para dar entrada a Mariano en la segunda parte. Dos minutos después, Çop se redimía de su error en el Bernabéu al batir a Casilla aprovechando un despiste de la zaga blanca. El noveno gol del croata esta temporada era también el primer tanto del conjunto asturiano tras nueve visitas del Real Madrid al Molinón en las que el cuadro local se quedó a cero. Poco le duró la alegría al Sporting, que casi sin tiempo para celebrarlo era víctima de una nueva diablura de Isco, que puso el cuero en la escuadra tras un par de quiebros de prestidigitador que dejaron cegada a la retaguardia sportinguista. El malagueño, condenado al ostracismo en la Liga de Campeones, volvía a reivindicarse como el gran mago del líder con su octavo gol en el campeonato doméstico.
De un plumazo subsanaba el 22, que luego firmaría el tanto de la victoria, el imprevisto con que se había topado su equipo fruto del exceso de confianza con que saltó al césped. Gobernaba el Real Madrid el balón, moviéndose al dictado de Isco, y cayendo fundamentalmente los ataques por el costado de Coentrao, que daba por la izquierda una profundidad de la que no había noticias por la derecha. Amenazaba pese a ello el Sporting, acuciado por su situación en la tabla y espoleado por los espacios que dejaba el cuadro visitante a la espalda de Kovacic.
Tras una primera parte en la que el Madrid tuvo la pelota pero sin inquietar en exceso la meta de Cuellar, pareció que los blancos tenían prisa por cerrar cuanto antes el partido para empezar a pensar en la vuelta de Champions ante el Bayern. Pudo hacerlo Nacho, con un cabezazo que pasó rozando la línea de gol sin que Morata pudiese embocar también con la testa. Perdonaron los visitantes y lo pagaron en la siguiente jugada, cuando Vesga superó a Casilla bombeando el cuero con la cabeza en una acción más propia del voleibol. Se desgañitaba Zidane, que veía a sus futbolistas condenados otra vez a intentar la remontada.
Es en esta suerte el rey sin discusión el Real Madrid. Se ha visto tantas veces en la temporada que ya no intranquiliza a la parroquia blanca contemplar a su equipo por debajo en el marcador. Subsiste la idea de que tarde o temprano caerá el rival. Menos de diez minutos después del tanto de Vesga ponía el empate Morata al rematar de cabeza un tenso centro de Danilo. El madrileño, con su duodécimo gol en Liga y el decimoséptimo entre todas las competiciones, anda enfrascado en una pelea sin cuartel con Benzema que niveló con su tanto de este sábado el ex de la Juventus, pese a haber disputado mil minutos menos que el 9.
Rebelde, como Isco, frente a una condición de suplente derivada del carácter intocable de la BBC, el internacional español volvió a pedir paso, al igual que el malagueño, el mejor éste último de un Real Madrid que cometió el pecado de infravalorar a un adversario al que le iba la vida en el partido pero que se salvó de la quema gracias a la magia de un Isco vestido en esta ocasión de Ramos.
Ficha técnica
Sporting: Cuéllar, Lillo, Meré, Amorebieta, Babin, Isma López, Carmona, Sergio Alvarez (Afif, min. 91), Vesga, Moi Gómez (Nacho Cases, min. 68) y Cop (Ndi, min. 78).
Real Madrid: Casilla, Danilo, Sergio Ramos, Nacho, Coentrao (Marcelo, min. 56), Isco, Kovacic (Casemiro, min. 89), James Rodríguez, Lucas Vázquez (Mariano, min. 70), Morata y Asensio.
Arbitro: Fernández Borbalán (Colegio andaluz). Mostró amarilla a Sergio Alvarez, Lillo, Isma López, Nacho Cases y Afif, y a Morata por los visitantes.
Goles: 1-0: min. 13, Cop. 1-1: min. 16, Isco. 2-1: min. 49, Mikel Vesga. 2-2: min. 58, Morata. 2-3: min. 89, Isco.