El golf ha evolucionado tanto con los nuevos materiales, que los organizadores tratan de buscar campos largos, recorridos que hagan frente a las distancias tan tremendas que alcanzan los jugadores. Por eso y por cuestiones de márketing la USGA elige Erin Hills para el US Open. Muchos de los escenarios clásicos se volvieron algo cortos, con obstáculos fuera de sitio, para pegadores que alcanzan 300 metros.
El US Open volverá a suponer un examen para los jugadores, pero Erin Hills cuenta con calles bastante generosas. Luego aparecen el semi rough y un rough muy severo donde llegará a perderse la bola. Ese campo, y con tormentas y viento, puede terminar favoreciendo a los jugadores europeos, que siempre rinden en esa clase de circunstancias. Especialistas que labraron su trayectoria como amateur y sus inicios como profesionales en links azotados por el aire. Hablamos de aspirantes como Rory McIlroy, Sergio García, Jon Rahm y Justin Rose. El inglés es un jugador que se crece en campos preparados como los del US Open. Luego están los australianos, que no atraviesan su mejor forma pero siempre pueden terminar entre los mejores, como Jason Day ?pese a sus problemas físicos de los últimos meses? y Adam Scott. Entre los norteamericanos, apuesto por el defensor Dustin Johnson y Rickie Fowler.
El golf español cuenta con tres bazas muy sólidas. Rafa Cabrera ofrece síntomas de estar jugando muy bien, Jon Rahm en cada torneo que disputa transmite que puede pelear por la victoria y Sergio García inicia ahora una nueva carrera tras el Masters. Sergio llega a Erin Hills sin la presión de antes, cuando era una de las grandes estrellas sin un grand slam en su palmarés. Aunque él siempre le ha quitado importancia a esa circunstancia, seguro que competirá a partir de ahora con algo menos de presión. Tiene todos los recursos de juego y a poco que le salgan las cosas estará en la pelea.