El portavoz del Gobierno pensó que los problemas con Villar se arreglarían a base de abrazos
22 dic 2017 . Actualizado a las 17:13 h.El ministro Íñigo Méndez de Vigo creyó que los problemas con Ángel Villar se arreglarían a base de abrazos. Ordenó a Lete, secretario de Estado para el Deporte, que contemporizara y que se normalizaran las relaciones.
Todo ello cuando sabía perfectamente que el presidente de la RFEF estaba siendo investigado por Anticorrupción. Su torpeza le ha llevado a que la bomba Villar le estalle en su cara. Quiso rectificar y ha sido tan obvio, que la FIFA le ha salido al paso. Cualquier cosa que no sea repetir las elecciones será un ridículo para el ministro.