El delantero del Polvorín es el máximo goleador de Preferente Norte, con 19 goles en la primera vuelta
27 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Fernando Cuadrado (Lugo, 1994) es una de las joyas de la cantera del Lugo. Sus goles guían al Polvorín con paso firme por la Preferente Norte y nadie en la categoría ha sido capaz de igualar sus 19 dianas de la primera vuelta. «No hay ningún secreto, esto es fruto del trabajo del año pasado, porque el equipo está funcionando bien. Es una plantilla con pocas incorporaciones y nos conocemos. Supongo que también tengo la suerte del delantero», dice encogiéndose de hombros y quitándole importancia a una cifra en la que no piensa demasiado.
Los rojiblancos buscan el ascenso a Tercera sin caretas, necesitan un equipo lo más pegado posible a Segunda que sirva para rodar a sus futbolistas con más proyección. «No siento presión. Yo estoy orgulloso de ser uno de los pilares de la cantera y guiarles al ascenso si se puede. Me siento un jugador importante y estoy agradecido a la directiva, técnicos y compañeros».
Criado futbolísticamente en el Celta de Vigo, es un enamorado del fútbol que se mira en Zlatan Ibrahimovic. «Siempre le tengo en mente, si no el mejor, uno de los mejores delanteros centros del mundo», comenta Cuadrado sobre el futbolista del Manchester. En sus maneras sobre el campo, el lucense tiene algunas similitudes con el sueco de ascendencia balcánica, por su coordinación y su forma de jugar de espaldas a portería.
Dos años cedido en el Cultural Areas, un paso fugaz por el Barbadás y otra experiencia en el filial del Alavés dieron forma a su carrera. Con la llegada de Tino Saqués a la presidencia del Lugo, hace ya tres años, el club decidió volcarse con la cantera y en el segundo año recuperaron a Cuadrado, un lucense que había dado sus primeros pasos como futbolista en La Comercial.
«Esta es una categoría bastante complicada, puedes perder en cualquier sitio, sobre todo fuera de casa. Los partidos son muy exigentes y hay equipos que tienen jugadores con mucha experiencia», dice Cuadrado, que destaca al Paiosaco o al Arzúa como dos de los más completos, «tampoco hay que olvidar otros como Viveiro o Ribadeo, que tienen jugadores con mucha trayectoria aunque no les estén saliendo las cosas bien».
Es consciente de que ser un filial no siempre ayuda. Al amparo de un club grande que sabe que mimar a su cantera es provechoso para el futuro, los rivales no siempre les miran con buenos ojos. «Los equipos siempre salen más motivados ante un filial. He estado en otros clubes de Tercera y cuando nos enfrentábamos contra un Deportivo B o contra un Celta B también salíamos con más ganas, pero nosotros tenemos que saber jugar con eso», comenta tranquilo. Si el año pasado la inexperiencia les cerró el paso para dar el salto a Tercera, este han crecido mucho. «Estamos más centrados y conocemos la categoría. Sabemos que cada partido es una guerra y que hay que dar el 100 % desde el minuto uno».
Fernando Cuadrado estudió magisterio, tiene un máster en nuevas tecnologías enfocadas en la educación y entrena a alevines y benjamines de fútbol sala y fútbol ocho. «Me haría ilusión jugar en el Ángel Carro con el primer equipo, porque llevo viniendo a este estadio desde crío y les he visto ascender a Segunda, pero no me preocupa. La ilusión la tengo, pero también los pies en la tierra y creo que también disfrutaría muchísimo siendo profesor en un aula».