«Yo no necesito a nadie, y ya está. No quiero a nadie. Empezamos con una plantilla y yo creo en mi plantilla», aseguró el técnico del Real Madrid
10 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El día que se cumplían dos años de su primer partido al frente del Real Madrid, Zidane compareció ante la prensa en sus horas más bajas como técnico. Lo hizo tras un entrenamiento que comenzó 50 minutos más tarde de lo previsto por una cumbre con los jugadores en el vestuario destinada a enderezar el rumbo de un conjunto que ha dicho adiós a la Liga e inmerso en un tira y afloja entre el preparador y la directiva a cuenta de la incorporación de Kepa Arrizabalaga, deseada en la planta noble del Bernabéu y rechazada por el francés. Eso sí, negó que estuviera desafiando a Florentino Pérez, pero fue rotundo al afirmar que no necesitaba ni había pedido refuerzos para el mercado invernal.
Señalado como uno de los responsables del descalabro del equipo que ha pasado en cinco meses de la gloria al infierno de verse a 16 puntos del Barça y cuya nota del curso depende ya exclusivamente de lo que suceda en la Champions, al francés le toca demostrar que está preparado para capitanear la nave en pleno vendaval. «Cuando las cosas no pasan como queremos, hay que trabajar», manifestó el técnico, que no quiso revelar el contenido de su reunión con los futbolistas. «No te voy a decir lo que hablamos. Son charlas como pueden pasar en cada equipo. Un poco más larga que otras, pero nada más», apuntó.
Recalcó Zidane que quienes hablan de que le está librando un pulso a Florentino Pérez no le «conocen». «Todo el mundo desea ver el lado negativo. Lo puedo llegar a entender, pero lo que yo digo es que la gente dice ahora que le estoy echando un pulso al presidente, al club, y eso no me gusta nada. Tal vez si fuera cierto, pero no lo es. Estoy aquí y sé que algún día esto se va a acabar, pero voy a hacer mi trabajo», declaró el galo, más tajante y vehemente que nunca.
Contemporizó pero no reculó Zidane, que insistió en que no quiere refuerzos en este mercado invernal. «Yo no necesito a nadie, y ya está. No quiero a nadie. Estamos aquí, empezamos con una plantilla y yo creo en mi plantilla», insistió.
Entre las causas del bajón del Real Madrid se apunta a la poca confianza de que ha gozado en lo que va de campaña la denominada unidad B, que el pasado curso resultó capital para la consecución de la Liga y la Champions. Futbolistas como Vallejo, Theo, Marcos Llorente, Ceballos o Borja Mayoral han dispuesto de muchos menos minutos de los que tuvieron los Pepe, Danilo, James o Morata. Se le preguntó a Zidane si, visto que el equipo no funciona como debería, ha llegado la hora de cambiar de cromos, pero volvió a cerrar filas con su bloque de confianza. «Lo que me estás diciendo ahora es lo que piensa mucha gente, que hay jugadores que están mal y que tengo que sacarles del equipo. Yo pienso todo lo contrario. Yo voy a ayudarles porque lo que me interesa es la unidad», resaltó Zidane, que aseguró que no va a decirle a nadie «que tiene la culpa» del desplome. «Todos tenemos la culpa, y yo el primero», agregó.
Puso en valor el pasado más reciente -«hemos hecho dos años espectaculares»- y defendió que no todo es tan negativo como se pinta. «Hay mucha gente que dice que todo es una mierda. El día del Celta hicimos cosas buenas», apuntó antes de reconocer que la segunda parte no fue la que le hubiese gustado.
Consciente de los problemas
Admitió que no puede estar a gusto con la situación, pero insistió en que lo que tiene que hacer en tiempos tempestuosos es «dar el máximo» que tiene dentro y hacer lo mismo con sus jugadores. Y negó que esté descorazonado. «La crítica no va a cambiar, no estoy dolido, es así y hay que aceptarlo. Lo único es que cuando tengo la palabra yo intento decir mis cosas. Yo sabía que es una profesión difícil y me he preparado para eso, sabiendo que podía pasar esto, y sobre todo aquí. Es parte de mi trabajo, no puedo estar siempre bien. En la vida es así. Nadie me va a quitar las ganas de seguir trabajando fuerte, ni los comentarios ni nada», remachó.
Trámite con matices en la Copa del Rey
Con la eliminatoria resuelta tras el 0-3 de la ida, el Real Madrid recibirá hoy al Numancia (21.30 horas) en un Bernabéu gélido en lo atmosférico pero con los ánimos caldeados por el enésimo tropiezo de la temporada. El empate ante el Celta ha agravado la crisis de un equipo que se encuentra ya a casi tanta distancia del líder de la Liga como de la frontera con el descenso. Unas tablas que volvieron a poner al descubierto los múltiples desajustes del conjunto que dirige Zidane, del que solo se salvó el bigoleador Bale. Lavar la cara tras la pobre imagen que ofreció en tierras gallegas un cuadro plagado de titulares será la misión que tendrán que acometer los meritorios ante el conjunto de Jagoba Arrasate.
Enmendar el borrón será el deber de los Achraf, Theo, Marcos Llorente o Ceballos, a quienes sigue aguardando un Real Madrid que sufre con la disminución del potencial del banquillo de la que ya habló Cristiano Ronaldo tras la derrota con el Tottenham en Wembley.
A los cuatro, cuyas prestaciones siguen por debajo de las expectativas con que se les recibió en verano, se espera de inicio para el duelo con el cuadro rojillo, al igual que a otros integrantes de la segunda unidad que sí van rentabilizando sus minutos como Vallejo, Borja Mayoral o Lucas Vázquez, segundo mejor asistente junto a Bale.