
El meta de Cangas, portero de la selección española de balonmano, disputa hoy con España la final del Europeo frente a la selección de Suecia
28 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Claro que confío en ganar el oro. Confío igual que confiaba en vencer a Francia», proclama Rodrigo Corrales (Cangas, 1991). Sus paradas frente ante Francia fueron determinantes para que España sellase su billete a la final del Campeonato de Europa, en la que hoy les espera Suecia (La 1, 20.30 horas). El sueño del oro está intacto y «aunque nos quedan pocas fuerzas», dice el portero, «estamos llenos de ambición y ganas de conseguir el título. Todo está en la cabeza».
-¿Qué siente un chaval de Cangas al estar en una final del Europeo?
-Es una sensación muy bonita, muy especial por tener en nuestras manos hacer historia y ganar un oro para España en un Campeonato de Europa. Sabe muy bien por haber ganado en los dos últimos partidos a dos selecciones que estaban en todas las quinielas para ser campeonas y por las sensaciones que hemos dado de buen juego y de trabajo en equipo. Hemos hecho un torneo muy bueno y sería una pena no culminarlo, pero en una competición con tanta igualdad siempre es difícil pronosticar algo.
-¿Qué supone para España alcanzar la final tras superar a Francia, su bestia negra?
-Francia es la bestia negra de todo el mundo en los últimos años, es una selección campeona y de grandes jugadores, pero salimos mentalizados de que haciendo un buen partido teníamos nuestras posibilidades y nos salió perfecto, por momentos, incluso mejor de lo que podíamos imaginarnos. Teníamos claro que la motivación, las ganas y la unión del equipo no iban a faltar.
-Visto lo visto, cualquiera diría que les vino bien el pinchazo contra Eslovenia.
-En ese partido no nos salieron las cosas, luchamos y peleamos, pero no salió. Superamos todas las adversidades cuando a lo mejor la situación no era la mejor y, como equipo, creímos. Incluso creo que creímos más después de perder contra Eslovenia que antes, porque sabíamos que habíamos hecho buenos partidos, que teníamos gente con calidad y comprometida, y que íbamos a hacer un gran encuentro, pasase lo que pasase. Hemos conseguido estar donde soñábamos, quizás sorprende cómo lo hemos alcanzado, porque lo hemos hecho batiendo a Alemania y a Francia y jugando un gran balonmano. Ahora toca la final y saldremos igual.
-¿Haber apeado a franceses y alemanes les refuerza ante Suecia?
-Sí, pero el respeto es absoluto. Preparamos el partido como si fuera el último y la mentalidad es ganadora. Si perdemos, que lo hagamos habiéndolo dado todo y confiando hasta el final, pero tenemos que tener prudencia. Como ganamos a Francia a lo mejor la gente piensa que está todo hecho, pero de eso nada. Si Suecia está en la final es por algo, venció a Dinamarca, que era una de las favoritas. Está claro que nosotros vamos a salir a morir porque tenemos ante nosotros una oportunidad que no sabemos si se repetirá. Jugaremos con toda la actitud, queremos que la gente en casa se sienta identificada y que independientemente del resultado, que quedemos satisfechos. Por nuestra cabeza, obviamente, pasa ganar, ganar y ganar.
-¿Cuáles son los peligros de la selección sueca?
-Yo diría que su velocidad en ataque. Son un equipo muy físico que corre mucho, con una gran portería que les permite contragolpear. Tienen facilidad de tiro y buenos extremos. Hay que estar muy concentrados para no regalarles goles fáciles.
«Las medallas valen, pero me quedo con la ilusión que generas en la gente»
En su primer Europeo, Corrales puede tocar el cielo con los dedos. Hoy buscará el oro defendiendo la portería hispana, que tras la lesión de su amigo Gonzalo Pérez de Vargas comparte con el veterano Arpad Sterbik.
-Está ante el partido más importante de su carrera.
-Hasta el momento, sí, sin duda.
-¿Y no asusta?
-No, ojalá tenga muchos más momentos así, da mucha tranquilidad compartirlo con este grupo, con muchos que son amigos desde hace muchos años. Estos días he percibido un apoyo inmenso por parte de la gente y es muy bonito ver la ilusión que genera lo que puedes hacer. En mi familia, en mi grupo de amigos, en Cangas... Ver que hay gente que se siente identificada, se alegra y que lo vive como si hubiesen ganado ellos es increíble. Es la leche ver la ilusión que generas. Las medallas están genial, pero si me tuviera que quedar con algo, sería con la ilusión que puedes llegar a generar. Estoy muy agradecido, por eso entro al campo a disfrutar. Salgo con mis amigos a jugar en la selección, somos conscientes de la responsabilidad que tenemos porque representamos al balonmano de España y creemos que es nuestro momento.
-Ante Alemania ya le tocó responder bajo palos, y frente a Francia suya fue casi toda la responsabilidad. ¿Pesó?
-Yo confío en todos mis compañeros, en cualquier persona de mi equipo, y a ellos les sucede lo mismo conmigo. Estoy muy contento, era un papel importante para mí en partidos importantes y contra selecciones importantes y hacerlo bien, y sobre todo que España gane, es estupendo. Ahora la responsabilidad es mayor pero lo preparas como siempre, con muchas ganas. Lo mejor es que somos un equipo.