El atletismo aprende a sobrevivir sin Bolt. Para abrir boca, el Mundial bajo techo de Birmingham comenzó con la prueba de salto de altura masculina y femenina compitiendo al mismo tiempo. Danil Lysenko, que superó el listón en 2,36 metros al tercer intento, aventajó al favorito Barshim, que hizo tres nulos y se quedó en 2,33. En mujeres ganó Mariya Lasitskene con 2,01.
Para superar la alargada sombra de Usain, el primer paso debe ser nombrar sucesor de un modo oficial, y el plusmarquista mundial de los 60 metros llega a Inglaterra con todos los honores. Christian Coleman, de 21 años y que ha firmado 6,34 segundos esta temporada, en la que batió dos veces el récord, no solo es el gran favorito para llevarse el oro en la velocidad, sino que no puede descartarse un nuevo récord universal.
En categoría femenina la referencia apunta hacia Genzebe Dibaba, que ayer hizo el 50 % del trabajo al adjudicarse el oro en los 3.000 metros, ya que llegó a la cita mundialista con el objetivo de un doble título. Debe completar el reto mañana ganando el 1.500 femenino.
Para España también comienza una nueva era sin Ruth Beitia. La delegación no viajó con un cheque al portador para el podio. En el 2018 toca renovación, y la federación apostó por un equipo de 17 unidades (13 hombres y cuatro mujeres) y coloca el listón en alcanzar un buen puñado de plazas de finalistas con Ana Peleteiro, Adel Mechaal, Óscar Husillos y Álvaro de Arriba como principales opciones.
Tres de ellos, los tres hombres, entran hoy en competición: Óscar Husillos en las series del 800, Mechaal en la fase inicial del 3.000 y Álvaro de Arriba en la primera criba del 800. Eusebio Cáceres estará en la final de longitud.