ETA atenta durante la Vuelta a España a su paso por el País Vasco

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El 7 de junio de 1968, la banda terrorista ETA cometía su primer asesinato, su víctima, el guardia civil callego José Antonio Pardines Arcay

09 may 2018 . Actualizado a las 16:32 h.

El 7 de junio de 1968, la banda terrorista ETA cometía su primer asesinato. Aquella primera víctima fue el guardia civil José Antonio Pardines Arcay, natural de Malpica de Bergantiños.

Un mes antes, el 9 de mayo, la organización independentista sembraba el caos en la Vuelta Ciclista a España tras colocar y hacer explotar un artefacto durante el desarrollo de la decimoquinta etapa que cubría el recorrido entre Vitoria y Pamplona.

En el momento del estallido, el corredor del equipo Kas -entonces el gran conjunto español- José Luis Uribezubia marchaba escapado. Era el kilómetro 63 y el vasco aventajaba en dos minutos al pelotón antes de iniciar la bajada al puerto de Urbasa. El corredor desobedeció a la Guardia Civil que le instaba a detenerse y esquivó como pudo el boquete de metro y medio de ancho que el estallido había provocado en el asfalto.

La organización le avisaría para que se detuviese por vía telefónica antes de llegar a Pamplona, meta de la etapa. Para entonces Uribezubia llevaba 25 minutos corriendo solo. El resto de los ciclistas se detuvieron en el lugar del atentado.

Un matrimonio y su hijo de tres años fueron alcanzados por los cristales de la ventanilla de su coche, que no soportó la onda expansiva. La etapa quedaba suspendida.

Aquella Vuelta coronó a Felice Gimondi como ganador. Suponía la triple corona para el italiano que igualaba el hito de Jacques Anquetil, por entonces el único ciclista en salir triunfador en las tres grandes vueltas. Su gran rival fue el español José Pérez Francés, que el día anterior había perdido el liderato tras una mala estrategia de su equipo -el Kas- el día que la Vuelta llegaba al País Vasco.

Tras la suspensión de aquella etapa solo restaban tres. Todas por territorio vasco. La seguridad se multiplicó y Pérez Francés no pudo recortarle tiempo a Gimondi en la decisiva crono entre Hernani y Tolosa. Fue el primero de los atentados contra la Vuelta, que en 1978 dejaría de pasar por el País Vasco. No regresaría hasta treinta años después.