Zidane, un adiós que es una bomba

José Manuel Andrés MADRID / COLPISA

DEPORTES

El francés deja el Madrid tras ganar la Champions y suena hasta Guti para sustituirle en el banquillo

01 jun 2018 . Actualizado a las 07:46 h.

Zinedine Zidane anunció que abandona el Real Madrid. La decisión, que pilló por sorpresa a todos en el club, llevaba meses rondando la cabeza del galo, que se mantuvo firme en una idea que comenzó a rumiar en el mes de enero.

La presión del club para fichar a Kepa en el mercado de invierno a pesar de su propósito de mantener a Keylor Navas, Kiko Casilla y Luca Zidane como porteros de la primera plantilla comenzó a abrir las primeras fisuras. Ya antes de la dolorosa eliminación copera a manos del Leganés, empezó a transmitir a su entorno más cercano que solo otra Champions evitaría su cese y deslizó su intención de dejar el club al término de una temporada que quedaría marcada por la Champions, aunque por aquel entonces, esta postura se interpretó en el club como una decisión en caliente que aún podría variar. Sergio Ramos sí le concedió credibilidad y tras el 3-1 al PSG anunció que podría suceder algo así: «Dais por hecho que si el Madrid gana otra vez la Champions, Zidane se queda, pero igual os lleváis una sorpresa y se va, se toma un descanso...».

Los varapalos en Copa del Rey y en Liga, donde el Madrid se distanció a 19 puntos del Barça pusieron en discusión la continuidad del entrenador y desataron un aluvión de críticas que terminaron de decantar su balanza. En la cabeza de Zidane rondaba también el recuerdo de la salida de Ancelotti, al que acompañó en su primera temporada como ayudante. El francés ya sabía que el banquillo devora entrenadores al primer síntoma de debilidad sin importar lo que hayan conseguido antes.

El episodio final de estos desencuentros se vivió en la última jornada liguera. La decisión de hacer debutar a su hijo Luca en Villarreal fue discutida, algo que molestó profundamente al francés, convencido de que esa situación no se hubiera producido si el tercer portero hubiera sido cualquier otro.

Ni siquiera la consecución de la decimotercera Copa de Europa en Kiev pudo variar el rumbo de los acontecimientos, sino que consolidó definitivamente la decisión de poner punto final a su etapa en la cúspide del éxito. «Hay momentos complicados en la temporada que te hacen reflexionar. Es un desgaste natural», señaló, preguntado por los tiempos de la decisión.

Zidane alegó la necesidad de «un cambio de discurso y metodología de trabajo» para preservar la inercia ganadora del equipo como justificación de una decisión sorprendente, pero en consonancia con aquella que tomó en el 2006, cuando dejó el fútbol con 34 años recién cumplidos y cuando todavía parecían quedar esencias de fútbol guardadas en sus botas. «Sé que es un momento raro, pero es un momento importante y había que tomar esta decisión. Este equipo puede seguir ganando pero necesita un cambio», señaló el galo, acompañado en su despedida por Florentino Pérez, que calificó como «triste» la noticia y aseguró que le causó una «gran conmoción». «Es un hasta luego, no un adiós», dijo, algo en lo que el técnico coincidió.

Zidane descarta la posibilidad de entrenar a otro equipo la próxima temporada. La selección de Francia podría estar en el horizonte, pero el hecho de que Didier Deschamps, amigo personal y excompañero de Zidane en el Girondins, el Juventus y el propio combinado nacional francés, ocupe el cargo y tenga contrato en vigor impide que contemple a corto plazo esta opción.

El entrenador, que llegó al banquillo en enero del 2016, después de la destitución de Rafa Benítez y tras apenas temporada y media en el Castilla en Segunda B, se ha consolidado en dos temporadas y media como el segundo entrenador más laureado de la historia del Real Madrid.

Tres Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes y una Supercopa de España dan lustre a un palmarés que consta de nueve conquistas, solo por detrás del legendario Miguel Muñoz, que levantó 14 títulos durante sus 16 temporadas al frente del equipo blanco. Un legado imborrable cuya obra maestra fue el doblete Liga-Champions de la 2016-2017, algo que el club no conseguía desde hacía 59 años, en una etapa dorada en blanco y negro a la que hay que remontarse para comparar los logros de Zidane en el Real Madrid.

Sustitutos

Ni bien Zidane anunció su adiós, ya comenzaron a salir los primeros nombres de candidatos a sustituirle. Fabio Capello fue el primero en dejar caer algunos de ellos: «Guti podría sustituir a Zidane. De lo contrario, Conte o Sarri». Mauricio Pochettino es una vieja aspiración, pero el argentino renovó la semana pasada con el Tottenham, pero lo hizo con una cláusula de liberación en el caso de que el Real Madrid le llamara.

Otro candidato es Joachim Löw, que también renovó hace dos semanas hasta el 2022.

A partir de ahí, todas las opciones son una incógnita. Aunque las casa de apuestas colocan a Wenger y Conte entre los candidatos, no hay un orden definido. Tampoco para apostar por una opción madridista, que podría ser Guti más que un Míchel que viene de acumular dos malas experiencias en Málaga y Marsella.