Tamara Echegoyen: «La vuelta al mundo es devastadora»

DEPORTES

Maria Muina

Ninguna mujer ganó la Volvo Ocean Race y la gallega inicia hoy como líder la última etapa, Gotemburgo-La Haya

21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en octubre del 2017 se subió al Mapfre en Alicante, Támara Echegoyen (Ourense, 1984) ya hizo historia. Nunca antes una española había disputado la Volvo Ocean Race, una de las aventuras más duras y prestigiosas del deporte mundial. Después de 123 días, 7 horas y 49 minutos viviendo en el barco, hoy parte de Gotemburgo para afrontar la última jornada, hasta La Haya, con un desafío inédito. Hasta ahora ninguna mujer ha ganado la vuelta al mundo a vela. Y la gallega, campeona olímpica y mundial podría conseguirlo el domingo, como su compañera la australiano-estadounidense Sophie Ciszek. El desenlace de nueve meses de navegación es tan simple como emocionante. Tres barcos tienen asegurado el podio, el español, el Brunel holandés y el Dongfeng chino. Están empatados, lo nunca visto en la historia de la prueba. El que cruce antes la línea de llegada en Holanda será el campeón.

- Esta vuelta al mundo ha tenido de todo, mares en una calma absoluta, vientos de 40 nudos, la rotura de una vela en el cabo de Hornos, el fallo eléctrico que les dejó a ciegas rumbo a Newport...

- En esta regata cada etapa tiene su dificultad. Quizá fuimos el barco que más roturas tuvo, y en etapas muy duras. Eso hace que no descanses bien ni sigas el ritmo. Pero el cansancio es parte de este juego. Te metes en el Océano Sur [por el Antártico] con 40 nudos y todo puede pasar. Sí, no ha sido una Volvo homogénea.

- Habrían firmado llegar así al desenlace: si ganan son campeones.

- Seamos realistas, lo ideal sería llegar con ventaja. Pero vamos tres barcos empatados, estamos mejor que hace unos días en Cardiff y solo dependemos de nosotros. Además, el equipo sabe ganar etapas, como ya demostró.

- Como debutante, tendría en su cabeza cómo podía ser la vuelta al mundo. ¿Qué le ha sorprendido?

- Hasta el segundo paso por el Océano Sur no vi dónde me había metido. Fue uno de los momentos más duros física y mentalmente. Intentaron describirme mis amigos como es la vela oceánica, pero solo lo ves en el barco, y ahí sabes si puedes afrontarlo. En mi caso me gusta, sé que es peligroso y es un reto que no está al alcance de todo el mundo. Como me dijo Xabi Fernández, [el patrón], aquí el gran premio es haber dado la vuelta al mundo.

- Es peligrosa, como dice.

- Al final, en algún mar no te van a venir a socorrer, como el Océano Sur, tan alejado de la tierra y con el agua a dos grados. Pero tenemos la seguridad necesaria, estamos entrenados y sabemos que lo primero es llegar todos a la línea de llegada. Mi equipo tiene mucha experiencia y no me vi nunca en peligro.

- Dice que la vuelta al mundo es dura a nivel físico y mental.

- Es devastador porque hay muchos días en los que el cansancio te puede. Tienes que dar el máximo rendimiento pero tu cuerpo te exige dormir. Eso no lo había vivido porque en las campañas olímpicas siempre te vas a la cama. El cansancio extremo es lo que peor se lleva.

- Nunca ganó un barco español, ni una mujer. Si vence el Mapfre, lo lograrían usted y Sophie Ciszek.

- Los títulos hacen ilusión, aunque de lo que más orgullosa estoy es de mi trabajo. Te hace ilusión ser la primera que abra las puertas a las demás, pero yo espero que hay más chicas, y ojalá gallegas, que sigan mi camino. Sería tremendo ganar la Volvo, y a la primera, independientemente de si eres chico o chica.

- Dígame un momento mágico.

- Lo más emotivo fue la victoria en Auckland, ganar por unos segundos al Dongfeng tras 20 días de pelea. Mantuvimos la cabeza fría y explotamos al llegar a tierra. Y la llegada a Itajaí, tan dura [por la muerte de un regatista de otro equipo y la rotura de una vela del Mapfre] fue un alivio pisar tierra y ver que estás sano.

- ¿Sienten la presión de estar ante una oportunidad única?

- El Mapfre estuvo liderando la Volvo en todas las etapas menos dos. Tenemos que usar la presión de la mejor forma y disfrutarla. Siempre tienes que salir a ganar, y ahora hay tres barcos que pueden hacerlo.

Una regata «de supervivencia» con la tentación de retirarse

La dureza de la Volvo hace que la idea de retirarse merodee la cabeza de los regatistas en algún momento. «En la vida o también en las campañas olímpicas hay momentos en que estás cansado y dices ‘‘yo no quiero más, quiero dejarlo’’. Eso viene por el cansancio y luego sigues y terminas cada etapa al máximo. En situaciones difíciles a todo el mundo se le pasa por la cabeza. Pero si pusiesen un botón en el barco para salir, creo que nadie pulsaría, porque es un reto personal ganar cada etapa. Aquí todas las situaciones son más extremas».

- Para algunos regatistas, la Volvo, además de un deporte, es algo así como «Supervivientes», por la importancia de resolver problemas y la convivencia en un espacio reducido.

- Es un equipo de nueve personas y además de navegar y trabajar está la convivencia en un barco muy pequeño. Cuando la gente está más cansada, es más complicada y no vas a dejar de ver al resto durante 20 días seguidos. Es muy importante el respeto y tener empatía con los compañeros. Saber que no todos van a estar siempre como tú querrías. Sí es una situación de supervivencia, en medio del océano, compitiendo con otros. Es un deporte extremo.

- Duermen sobre una especie de redes, inclinados, para garantizar la seguridad. Por las noches el trabajo en cubierta con oleaje es muy difícil. ¿Cuál ha sido su situación más dura?

- Revisando el blog [de La Voz], veo que lo que sentía al principio y lo que siento ahora es totalmente distinto. Ya estoy acostumbrada a vivir en un barco. Lo más duro fue enterarme de la pérdida de John Fisher [regatista del Scallywag, que cayó al agua cerca del Cabo de Hornos, en la séptima etapa, Auckland-Itajaí]. Te desgarra y tienes que vivir con eso durante toda la Volvo. Yo estaba preparada para ver que se perdía una vida. Fue muy duro para mí. Sientes muchas cosas. Luego hay momentos peligrosos, yo tengo 70 kilos, no 90 como el resto, así que las olas me arrastran. En la primera sientes ‘‘qué miedo’’, pero en la tercera lo asumes y lo importante es saber cómo debes ir agarrado y qué debes hacer para que eso no te tire al agua. A veces el cansancio es peor que el miedo a las olas. Aquí influyen muchos factores.

«Pensaba que mis límites estaban más abajo y ahora sé que están mucho más arriba»

Después de nueve meses alrededor del mundo, el cansancio aflora en la cara de los regatistas de todos los equipos. Al final llevas trabajando mucho por ganar esta regata y eso desgasta. Ahora en el equipo las caras son de concentración y de alegría. Estamos deseando salir a trabajar y llegar a La Haya», explica Echegoyen.

- Rumbo a Newport sufrieron un fallo eléctrico, se quedaron durante horas sin datos informáticos ni referencias. Decía que era como verse en el triángulo de las Bermudas.

- Estamos tan acostumbrados a navegar con números que parece que no puedes hacerlo sin ellos. Los necesitas para llevar este barco, pero hay regatistas como Pablo [Arrarte] que tienen mucha experiencia en el barco y pueden llevarlo igual. Fueron horas difíciles porque no sabes si podrás arreglar la avería para seguir.

- Con la experiencia que tiene ahora en la vela oceánica, pensará lo fácil que era su 49er.

- Son proyectos distintos. Este aprendizaje lo aprovecharé en cualquier proyecto que quiera hacer porque ahora soy mucho más regatista, mucho más completa. Pensaba que mis límites estaban mucho más abajo y ahora sé que están mucho más arriba. Son mundos distintos, unos con más comodidades que otros. La campaña olímpica es más larga, pero tiene más descansos.

- A la vuelta, descansará y luego ¿iniciará un proyecto olímpico de 49er FX con Paula Barceló?

- De momento solo estoy centrada en la Volvo y cuando termine ya pensaré en el futuro. Hasta que termine la Volvo mi única preocupación es el Mapfre.

- ¿Y sabe si quiere hacer más vela oceánica en el futuro?

- Estoy mentalizada en terminar esta Volvo. Ha sido una experiencia, un reto, un aprendizaje. ¿Por qué no puede haber otra Volvo? No lo sabes. Siempre busco retos nuevos y otra Volvo puede serlo.