La gallega, primera española en la vuelta al mundo, acapara elogios tras completar las 11 etapas con el Mapfre, que acabó segundo en la Volvo Ocean Race
25 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Támara Echegoyen (Ourense, 1984) empezó la Vuelta al Mundo a vela como debutante ?y pionera? y la termina como admirada subcampeona. Después de 45.000 millas de competición con el Mapfre, acapara elogios de sus compañeros de barco. Completó las 11 etapas a bordo y solo el final más emocionante apartó del título al proyecto español liderado por Pedro Campos. El triunfo del Dongfeng chino en la última etapa, después de mil millas de Gotemburgo a La Haya, decidió la Volvo Ocean Race por un margen mínimo. El VO65 patroneado por Xabi Fernández se quedó a algo menos de 17 minutos de la gloria. Pero el papel de todo el equipo, incluido el de la novata Echegoyen, permanecerá, después de que la organización incentivase la presencia de mujeres en los barcos a través de un cmabio en el reglamento.
Campeona olímpica y mundial de vela, Echegoyen aprovechó su tesón para reinventarse durante los últimos meses en la vela oceánica. «La gente que la conoce ya sabe el tesón y la cabezonería que demostró en el match race. Lo recuerdo perfectamente. Un año antes de los Juegos de Londres, los resultados no iban bien y nada apuntaba a donde llegó. Lo mismo pasó con el 49er antes de Río. Empezar en una clase nueva, tan difícil, y ponerse tan cabezona hasta conseguir ser campeona del mundo y casi sacar una medalla en Río no es fácil. Aquí pasó lo mismo, con un comienzo relativamente duro ha pasado a ser una más de la tripulación y participar en todo lo que participa», razona Xabi Fernández, el patrón del barco español, con cinco experiencias en la vuelta al mundo.
Un aprendizaje que la propia Echegoyen, de 34 años, considera que la hace ahora mucho mejor regatista, tras sobreponerse a una prueba que la ha enfrentado a 130 días a bordo. «La Volvo es muy dura, y muchas veces se les ha hecho muy dura. Tras pasar momentos mejores y peores, la experiencia para ella es muy positiva», añade el patrón español.
«Un éxito para la vela femenina»
Desde su puesto de proa y capitán del barco, el cántabro Ñeti Cuervas-Mons cree que el papel de la regatista gallega «ha sido un éxito para la vela femenina». «Támara se adaptó muy bien y lo ha hecho genial. Es una tía muy trabajadora y desde el minuto 1 se ha esforzado para dar lo mejor al equipo. Igual que yo tengo muchas cosas que mejorar, aprendemos cada día en este deporte», añade Cuervas-Mons.
Echegoyen fue una de las dos mujeres del Mapfre, que también enroló a la australoestadouniense Sophie Ciszek, con experiencia previa en la Volvo. Pero solo la gallega completó las 11 etapas, de Alicante a La Haya, recorriendo el mundo. «Támara ha ido de menos a más, por mucho, desde que empezó a navegar con nosotros en Sanxenxo. Ha crecido en todo, desde encontrar su sitio en el barco. Cuando vas con diez personas no es fácil encontrar tu sitio en el barco y mejorar cada día en todo», explica Xabi Fernández, que destaca su mérito como mujer. «Crece como regatista en un mundo pequeño como el deporte femenino, y pasa de la vela olímpica, como nos pasó a nosotros en el 2005, a la oceánica. Ha visto que aquí muchos aspectos se le escapan, ha aprendido un poquito de todo y ha estado con grandísimos regatistas en nuestro barco. Ha sido una experiencia muy positiva para ella. Mucha gente se habrá sorprendido. Termina la vuelta con nosotros y es uno más», elogia el patrón.
Su papel como trimmer encuentra el elogio de sus compañeros. «La prueba de su rendimiento es que ha terminado a bordo dando el 100 %. Le doy la enhorabuena porque lo ha hecho muy bien», indica Cuervas Mons, con tres experiencias previas en la Volvo. El tesón ha elevado a Echegoyen otra vez. Esa cualidad elige el capitán como su valor diferencial: «Es una tía muy trabajadora».
El mejor resultado español en la historia de la prueba
La última escala de la Volvo Ocean Race se inició con tres aspirantes al título. Entre el Mapfre, el Dongfeng chino y el Brunel holandés, ganaría el que antes llegase a La Haya. En teoría, la salida sería decisiva, pero durante los tres días de etapa se sucedieron los cambios. El vuelco definitivo lo propició una decisión táctica, cuando el Dongfeng eligió un camino hacia La Haya pegado a la costa y el Mapfre terminó separándose de ese rumbo. Después de que el barco chino se descolgase a 90 millas (170 kilómetros) de los primeros a las nueve de la mañana de ayer, cambiaron las condiciones y voló hacia La Haya. El Mapfre entró segundo (a algo menos de 17 minutos) y el Brunel tercero.
La plata del Mapfre supone el mejor resultado de los diez proyectos españoles en la historia de la Volvo Ocean Race. Dos equipos anteriores también liderados por Pedro Campos habían conseguido sendos terceros puestos: del Telefónica Azul patroneado por Bouwe Bekking en la edición 2008-09 y del Galicia Pescanova en la 1993-1994, cuando fue tercero en su clase W60 y quinto en la general. «Soy consciente de que hemos hecho una muy buena vuelta y de que tenemos que estar contentos, pero hoy no es el día», resumió el patrón, Xabi Fernández.