Pese a que el equipo coruñés recuperó el dominio, sus delanteros rematan menos que al principio
09 ene 2019 . Actualizado a las 09:51 h.Todos miran a los delanteros, cuya falta de puntería ha sido señalada por el propio Natxo González como la causa de la mala racha que atraviesa el Deportivo. Pero la falta de efectividad se está viendo acentuada por una merma en el número de remates por partido. A Quique, Carlos Fernández, Borja Valle y Christian Santos les llegan menos pases en condiciones para rematar, mientras el equipo está achuchando más a partir de las llegadas de la segunda línea (en las últimas jornadas Carles Gil o Expósito marraron las mejores ocasiones) o en las acciones a balón parado (así doblegó al Zaragoza).
En el cómputo general, la sensación es que el Dépor ya no genera el mismo peligro que antes, ni desarbola como solía las defensas rivales, ni disfruta del talento de sus especialistas del gol. La visita al Mallorca del sábado a las ocho y media de la tarde (televisado por Gol) volverá a tomar la temperatura mientras resuenan los tambores de crisis.
irrupción
Las ganas de Borja Valle como primera solución
Se reestrenó como titular contra el Numancia, pero ha acabado adelantando al mismísimo Quique en las preferencias de Natxo González. Valle marcó el segundo gol al Numancia y abrió el marcador a los ocho minutos contra el Zaragoza. En la despedida del año frente al Cádiz remató tres veces (una a puerta) y contra el Lugo dos (una entre palos).
sequía
Solo tres remates a puerta de los delanteros en las dos últimas jornadas
Precisamente en el derbi dos de las ocasiones más claras del Dépor llegaron por parte de Carles Gil, quien remató al poste en la primera parte y, ya en la reanudación, cruzó demasiado un disparo que ni pintado. Entre los delanteros, el cabezazo de Carlos Fernández, desbaratado por el paradón de Juan Carlos, se convierte en casi su único recuerdo de las dos últimas jornadas, pues en Cádiz Quique y Valle pasaron desapercibidos. Solo el berciano remató una vez a puerta, mientras las mejores ocasiones coruñesas correspondieron a Expósito (una volea en la primera parte), dos disparos de Krohn-Dehli y una llegada de Carles Gil.
ataque
Tercera peor cifra de disparos entre los palos de la temporada en casa
Riazor arrancó la temporada como una fiesta de ocasiones, pero en los últimos partidos al Dépor le está costando transmitir su energía a la grada. Solo en otras dos ocasiones había finalizado un partido como local con menos de los cuatro disparos a puerta de la última jornada. Solo le había chutado dos veces entre palos al Málaga (empató a un gol y porque acabó con diez) y tres al Reus (al que derrotó por 2-0), mientras al Lugo le disparó cuatro a puerta (a los de Carlos y Valle se añadieron uno de Expósito y otro de David Simón) y Carles Gil remató al poste.
posesión
Más dominio en las tres últimas jornadas, pero apenas un triunfo
Y aquellos tres puntos sumados contra el Zaragoza (3-1) llegaron con el primer gol y quizá el segundo en fuera de juego. Después de cinco jornadas en las que apenas había dominado a su rival en una ocasión (al Almería a domicilio), el Dépor ha recuperado la pelota contra el cuadro maño (55 %), el Cádiz (70 %) y el Lugo (63 %), pero no ha sabido muy bien cómo batirles, pues de los nueve puntos en juego ha sumado nada más que cuatro.
córner y fuera de juego
Menos superioridad frente a las defensas rivales
El Dépor sacó siete córneres y cayó en seis fueras de juego en el derbi del pasado domingo. Nunca había alcanzado estas cifras en dos lances del juego que hablan sin rodeos de sus intenciones de ataque, pero también de que el sistema defensivo visitante impuso casi siempre su ley. En esta ocasión, pese a esos siete saques de esquina, ninguno se convirtió siquiera en ocasión clara para los coruñeses, que sí sufrieron una en contra: el disparo en parábola de Kravets que Dani Giménez despejó con apuros.
plantilla
El mal partido contra el Almería, la tumba de Santos
A Natxo González le queda una bala en la recámara para rearmar su ataque. Christian Santos, que no figuró en las tres últimas convocatorias y apenas ha jugado 24 minutos en el último mes y medio, pagó los platos rotos del mal partido de su equipo en Almería, donde el punta ni siquiera remató una vez. El exjugador del Alavés se encuentra entre aquellos que cuentan con la puerta abierta para abandonar el club.
