El Madrid, insatisfecho con las disculpas, mantiene su amenaza

Redacción LA VOZ

DEPORTES

Mariscal

Florentino sigue filtrando que su equipo dejaría la ACB y jugaría solo la Euroliga

20 feb 2019 . Actualizado a las 08:15 h.

El reconocimiento público de los errores cometidos en la final de la Copa del Rey por parte de la ACB y de la Asociación de Árbitros Españoles de Baloncesto Asociados de la Liga Endesa (AEBA) no ha sido suficiente para aplacar la ira del Real Madrid en relación con la jugada en la que los árbitros dan por buena una canasta de Tomic en el último segundo de la prórroga después de un tapón de Randolph, tras ver las imágenes de la revisión inmediata en vídeo.

Los aires de suficiencia del club que preside Florentino Pérez llegan al punto de echarle un pulso a la ACB y, calificando de lamentables los comunicados de la asociación de clubes y de la AEBA, el dirigente blanco ha continuado filtrando a los medios de comunicación madrileños sus globos sonda en forma de amenazas. Anteayer aseguraba que su equipo podría dejar la liga si no se pedían disculpas públicas por los errores cometidos en la final. Esto forzó a la ACB y a la AEBA a emitir sendos comunicados sin precedentes, en los que se hablaba de «errores graves» y de «acatar las decisiones que se puedan tomar en relación a dichos errores».

Sin embargo, a Florentino no le basta y se desdice de lo inicialmente filtrado. Primero, mediante un comunicado en el que asegura que «seguirá estudiando las medidas y actuaciones a adoptar ante la enorme gravedad de los hechos acontecidos». El Real Madrid argumenta «falta de respuestas concretas a esta incomprensible decisión de los árbitros».

Tan solo unas horas después, filtraba a algunos medios madrileños que ya ha puesto a trabajar a sus servicios jurídicos, asesorados por un despacho externo de abogados para evaluar los movimientos que deberían hacer para dejar la ACB y jugar solo la Euroliga la próxima temporada. Al parecer, el club plantea dos exigencias fundamentales. Por un lado, los criterios que llevaron a los árbitros a equivocarse. Por otro, una dura sanción para los colegiados.

Otros medios publicaban alguno de los globos sonda de Florentino en relación con este asunto. En función del castigo exigido, el Real Madrid continuaría con su plan. En primer lugar, consultaría a sus socios. Si le respaldan, solicitaría a la liga su baja del campeonato. De este modo, la ACB debe tomar la iniciativa para resolver el problema.

Por otra parte, los árbitros reflejaron en el acta los insultos de Felipe Reyes y Facundo Campazzo y, como es preceptivo en estos casos, decidieron retirar sus licencias federativas hasta que se resuelvan sus respectivos expedientes disciplinarios, que pueden acabar en multa económica o partidos de suspensión.

Campazzo se dirigió a ellos diciendo «ladrón» en tres ocasiones, mientras que Reyes les dijo: «Esto es una puta vergüenza, un puto robo».

«¿Tú ves algo?»

La conversación entre los árbitros de la final de Copa en el momento de tomar la decisión de dar por válida la canasta de Tomic tras el tapón de Randolph es, cuando menos, confusa. Mientras Pablo Laso reclamaba que era tapón legal a los colegiados, los tres árbitros repasaban las imágenes.

Según emitió La Sexta, José Javier Murgui, exárbitro y comisario de la mesa, pregunta: «¿Es tapón legal, Juan Carlos? ¿El tapón es legal?», a lo que nadie responde. Acto seguido, Juan Carlos García González el principal, también pregunta a Miguel Ángel Pérez Pérez «¿tú ves algo?». «Veo, sí. Está clarísimo, lo veo», le responde, sin aclarar nada más.

Entonces, García González pronuncia un enrevesado «yo creo que sí... esto ahí... puede ser que sí». «Mira eso, es ahí, ¿verdad?», vuelve a preguntar a su compañero. Pérez Pérez le matiza: «sí, fíjate bien ahora. El uno, no. Ahí no, luego sí». «Eso es, uno con el 2, con el 14, sí», añade. «Pues ya está, procedamos», concluye y ordena García González.

CONTRATADOS POR LA ACB

A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los deportes, en el baloncesto de élite no es la federación española la empleadora de los árbitros, sino la asociación de clubes (la ACB), a quien el CSD le otorgó las competencias exclusivas para el baloncesto profesional.

De este modo, la ACB contrata por medio de una relación de prestación de servicios (no laboral) de tres años de duración (la renovación es anual a partir de los cincuenta años de edad) a sus árbitros, que generalmente son del Grupo 1 de la FEB (aunque podrían no serlo).

Asimismo, en función de la dedicación exigida, la ACB divide a sus árbitros en tres grupos contractuales. Aunque la relación económica es por medio de una emisión de facturas por prestación de servicios, la asociación de clubes se hace cargo de muchos de los gastos sociales derivados, como los médicos.