La canguesa y el betanceiro ganan la plaza en el K1 200 para la Copa del Mundo de Duisburgo, en el caso de Teri sumando la de los Juegos Europeos
03 abr 2019 . Actualizado a las 15:08 h.La carrera de fondo hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comienza a coger velocidad desde esta semana entre los palistas españoles. Desde ayer y hasta el viernes la Real Federación Española de Piragüismo pone en juego en el embalse asturiano de Trasona las primeras plazas en los equipos con los que acudirá a las pruebas internacionales que servirán de puesta a punto, en más de un caso incluso de acceso, a la segunda cita más importante en el deporte de la pala tras los propios Juegos. Un Mundial que a finales de agosto expenderá en Hungría el grueso de la billetera con los pasajes hacia la capital nipona el próximo año. Y dos gallegos, Teresa Portela y Carlos Arévalo, daban ayer el primer golpe, al agenciarse el K1 200 hispano en la segunda prueba de la Copa del Mundo 2019, del 31 de mayo al 2 de junio en Duisburgo, Alemania; con la canguesa ganándose además el puesto en la selección española que disputará los Juegos Europeos entre el 25 y el 27 de junio en Minsk, Bielorrusia.
Teresa Portela (Universidad Católica San Antonio), que ya se había impuesto con claridad en su semifinal matutina, con 1 segundo y 175 milésimas de diferencia sobre Begoña Lazcano (Donostia Kayak K.E.), volvió a demostrar en la final vespertina por las dos primeras plazas internacionales de la temporada no tener, hoy por hoy, rival en España en el K-1 200 femenino. Con un crono de 41,921, se impuso por segunda vez con contundencia, con la grovense del Breogán Natalia García Naveiro segunda a 1,490, y Sara Ouzande, del Kayak Tudense, tercera a 1,585.
La canguesa resuelve con nota de esta manera el que era el «primer objetivo que me había planteado» en la presente temporada, señalaba ayer al término de la prueba en declaraciones a la Real Federación Española de Piragüismo. «Es un buen inicio de temporada. A partir de ahora lo que toca es preparar en las mejores condiciones la Copa del Mundo de Duisburgo». Y a partir de ahí, «mi mente y mi objetivo es poder estar en el Mundial, y ganar la plaza para los Juegos», lo que elevaría a seis sus participaciones en la cita que cada cuatro años reúne a los mejores deportistas del planeta.
Mucho más ajustado fue el triunfo de Carlos Arévalo para hacerse en Trasona con el K1 200 masculino en Duisburgo. Claro que en su caso la competencia era brutal. Vencedor con un crono de 35,842, el palista del Ría de Betanzos le ganó la partida nada menos que al vigente campeón del mundo y europeo del kayak más veloz del programa del piragüismo, el castellano-leonés Carlos Garrote. Marcos Abad acabó tercero ya a 1,017, mientras que dos campeones olímpicos en Río 2016 como el viveirense Cristian Isaac Toro (Fluvial de Lugo), en el K-2 200, y el balear Marcus Cooper, en el K1 1.000, finalizaron séptimo y octavo a 1,852 y 2,322, respectivamente. Dados los méritos de Garrote, y su rendimiento ayer, la RFEP le concedió también a este una segunda plaza extraordinaria en la Copa, de donde podría salir el mundialista español.
Arévalo manifestó tras la regata a través de la RFEP que «la alegría es muy grande. Desde el 2016, cuando me quedé fuera del K2 para los Juegos de Río, he tenido una racha un poco mala. He conseguido volver a meter la cabeza, estar ahí adelante, ganar un selectivo». A partir de aquí, su meta es idéntica a la de Portela: «Intentar estar en el Mundial, y clasificarme para los Juegos. Ese es mi sueño, y mi objetivo».
El turno de las bazas del 1.000
El selectivo continúa hoy. Y lo hace abriendo el día con dos finales. La masculina del K1 1.000, con plaza en juego para la Copa del Mundo de Duisburgo, y el Mundial sub-23 para los palistas más jóvenes, además de empezar la criba para el K4 del kilómetro en el Mundial Absoluto, con presencia de los gallegos Roi Rodríguez, Rubén Millán e Iago Monteagudo. Y la final femenina del K2 500, con la baza galaica a bordo de la embarcación que reúne a Estefanía Fernández y Camila Morison.