Asegura que después de 20 años corriendo ha llegado la hora de colgarse un título, y quizá decir adiós
30 abr 2019 . Actualizado a las 17:41 h.Gustavo Nieves (Vilalba, 1982) está dolorido, pero aliviado. Haberse clasificado para los Juegos de Tokio 2020 le liberó de esa presión antes de lo que esperaba, pero el cuarto puesto en la maratón de Londres ha dejado su rodilla en la cuerda floja. A punto de coger un vuelo para Madrid, el atleta gallego esperaba ayer que en unos días se pueda distinguir entre el dolor de las agujetas y el de la lesión, que le ha llevado a competir infiltrado. Su perseverancia le puso en bandeja un cuarto puesto que le abre las puertas del cielo nipón.
A por los quintos JJ.OO.
La medalla, una obligación. En este caso será a la quinta cuando espera que vaya la vencida. Gustavo Nieves acudirá a los Juegos Olímpicos de Tokio después de haber participado en Sidney 2000, Pekin 2008, Londres 2012 y Río 2016, aunque solo en este último compitió en maratón, la que desde entonces es su especialidad. Atrás quedó su participación en los diez mil y cinco mil metros. «Con la edad se va subiendo distancia y ya no puedes con las pruebas explosivas», reconoce Nieves, que en Sidney logró diploma paralímpico en diez mil metros, con 18 años, rozó la medalla en Londres 2012 al lograr un cuarto puesto, mientras en Río tuvo que retirarse por el intenso calor en el kilómetro 35.
Dejarlo en lo más alto
¿Será el adiós?. «Eso digo siempre y nunca la consigo», bromea Gustavo Nieves sobre la posibilidad de conseguir su primera medalla. Sería el punto definitivo a una carrera que se prolonga ya más de veinte años. «Como mucho me queda Tokio, a partir de ahí habrá que ir año a año, si consigo algo igual lo dejo», comenta Gustavo Nieves, que asegura que esa es la única espinita que tiene en una carrera deportiva de éxito. En esta ocasión hay una importante diferencia respecto a los otros Juegos. Llega con más tiempo de preparación al haberse clasificado este fin de semana. «Ahora tengo tiempo para fortalecer y hacer una larga pretemporada con trabajo de fuerza, me dedicaré a hacer base y evitar lesiones», explica el atleta paralímpico, que en Londres luchó contra sigo mismo.
Igualando palmarés
Cinco Juegos. Su participación igualará a la del nadador vigués Chano Rodríguez y al tirador pontevedrés Juan Saavedra. Este último fue el primer gallego en clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. «Además somos con primos lejanos», recuerda Nieves, que en los próximos días se dedicará «a descansar». La clasificación le permitirá tomarse la preparación con calma y no descarta venir a competir a pruebas menores en Galicia «por el placer de correr» y a la media maratón de Pontevedra el próximo año.
Pérdida de visión
La ceguera lo impulsó. Como la mayoría de los niños, el fútbol ocupó el cien por cien de su infancia deportiva. Daba patadas al balón y pensaba que esa sería su disciplina de futuro hasta que con 17 años empezó a perder visión por la atrofia del nervio óptico. Ese punto de inflexión en su carrera lo llevó al atletismo de mano de la ONCE. «Me empecé a meter en el mundillo y cuando fui al primer campeonato me di cuenta de que esto era lo mio», comenta Nieves. Actualmente está en el Celta de Atletismo, pero a lo largo de su carrera.
Hace falta más apoyo
Pequeños pasos. Gustavo resumía la participación española en Londres como la de «un grupo de amigos». Tres deportistas, un médico «sin material» y un técnico de apoyo formaban la comitiva en la maratón. «No hay respaldo necesario, de hecho no sé como conseguimos resultados tan buenos. Estamos a años luz de países menos desarrollados», comenta. El cuarto puesto el pasado domingo le mete en el plan ADO, pero sigue teniendo que levantarse cada día para ir a trabajar a una aseguradora. Este ingeniero de minas lo hace para poder seguir sumando títulos con la selección.