Se fue por un año y cumplirá una década en Hong Kong, dónde ha sido internacional y ganado seis Ligas
26 ago 2019 . Actualizado a las 19:32 h.Verano del 2010. Daniel Cancela (A Coruña, 1981) había terminado contrato con el Lugo, en Segunda B. Estaba a punto de cumplir los 29. Decidió marcharse. Tras una prueba frustrada en Suecia, una puerta se abrió en Hong Kong. En el Kitchee. Firmó por un año. Lleva nueve. Y acaba de renovar -a sus casi 38- por dos temporadas. Ha ganado seis ligas con un club que no recordaba la última. La había celebrado en 1964. Y no pierde comba. Es el futbolista de la plantilla que más minutos disputó la pasada temporada.
-¿Ha pensado en cómo hubiese sido su vida de no haber aceptado aquella exótica propuesta?
-Estoy seguro de que en dos o tres años hubiese dejado el fútbol. Mi mujer y yo habíamos hablado de irnos fuera antes de llegar a Lugo. Recuerdo, tras volverme de Suecia y recibir la llamada del Kitchee, la escena con ella en el sofá mientras hablaban del club en un programa de Españoles por el mundo. Nos miramos y nos dijimos: ‘¿Te imaginas que el año que viene estemos ahí?’ Nunca pensamos que seguiríamos hoy.
-Fuerte tuvo que ser el flechazo.
-Ese año ganamos la Liga, nos dio una confianza enorme. Mi mujer se dedica a la moda y Hong Kong es uno de los templos del mundo. Trabajó para Inditex, para Guess... Los dos nos sentimos realizados. Viajamos mucho los dos primeros años por todo Asia y luego vinieron los niños. Seguía jugando y comprando tiempo. El fútbol ha sido la excusa para poder seguir aquí.
-¿Cuánto le costó adaptarse?.
-El futbolista vive en una burbuja y, si estás en un país diferente, en el que tampoco dominas el idioma, todavía más. Todo cambia con niños -tiene dos y espera el tercero para diciembre-. Al escolarizarlos, te obligas a hablar con otros padres, a ir a cumpleaños, a los médicos... Los hijos te fuerzan a integrarte en la sociedad.
-Hong Kong vive últimamente tiempos convulsos.
-Se sienten amenazados con algo que no parece que tenga vuelta atrás. No son, ni se sienten chinos. Han sido educados en libertad, con acceso a todas las tecnologías. Es el Nueva York de Asia. Voy muchas veces a China. En los hoteles tienes canales internacionales y, cuando emiten alguna cosa que no les gusta, llevan la pantalla a negro. Eso es impensable en Hong Kong. Están llegando muchos chinos, huyendo de la realidad del país, para poder tener acceso a todo lo que se les priva allí.
-El horizonte pinta mal.
-El director deportivo de mi equipo tiene muy claro que su hija, que tiene 7 años, cuando empiece la secundaria se va a ir a estudiar a Australia. ¡La va a mandar fuera con solo 13 años! Tengo un compañero de equipo que me preguntó si comprando una propiedad en España le da derecho a obtener la nacionalidad. No para él, para sus hijos. La gente de Hong Kong está pensando en no estar aquí cuando llegue el 2047.
-El Kitchee es, desde hace tres años, el único club de Hong Kong que cuenta con una ciudad deportiva. Parece, en cuánto a infraestructuras, otra dimensión.
-¡Y realmente son dos campos de hierba artificial al lado del río! De hecho, con las lluvias y la crecida del caudal, se nos anegaron y se inundaron las oficinas. Pero ha sido un salto muy importante. Aquí ningún club tiene instalaciones por la escasez de suelo. Hay jugadores que cobran 15.000 euros al mes que dejan la mochila al utillero mientras se van a entrenar a un campo alquilado por horas. Imagínate traerte a Forlán y que tenga que esperar a que termine el señor que se está duchando para poder ducharse él. Pero luego los patrocinios de los clubes son de Canon o de Panasonic. En algunas cosas parece la liga de peñas y en otras la play station.
-Ha podido medirse al Chelsea, al United, el City, Tottenham, PSG... Impensable el día que se fue.
-¡Le marqué un gol al Arsenal, con la derecha y de volea, que manda cojones! Tengo una colección de camisetas en mi casa, de jugadores con los que he coincidido, que jamás tendría si me hubiese quedado en España.
-Hace dos años que es internacional. Hay siete nacionalizados. ¿Digieren bien a tanto extranjero?
-Para poder jugar con la selección tienes que estar siete años aquí. La gente ya está acostumbrada a verte. Se nos exige más. Cuando algo no va bien, los primeros en llevar las culpas somos nosotros.
-Si en China nota censura, no imagino cómo fue la experiencia de jugar con la selección en Corea del Norte.
-Llegas al aeropuerto y está vacío, solo vuelas tú. En la aduana me quitaron hasta una foto de mi mujer con mis hijos en la playa. No tienes conexión con el exterior. Es como si viajaras a la posguerra española. No puedes comprar nada porque no tienes derecho a la propiedad; si te acercas a alguien por la calle, escapa de ti. Jugar allí es muy jodido, estás pensando en todo menos en el partido. Te sientes siempre como un presunto delincuente, con miedo a que cualquier cosa, que tú consideras normal, pueda meterte en un buen lío.
Cancela no es un jugador al uso. Se licenció en Periodismo y Derecho. Le sobra conversación más allá del fútbol.
-Renovó hasta el 2021. Estará ya entonces en los 40 años. ¿Lo dejará o se plantea seguir?
-Yo diría que ya. Supongo que sí. Mes a mes parece que no, pero los años se notan.
-¿Momento para regresar?
-Buffff, hace cuatro o cinco años esta pregunta la tenía muy clara: en cuánto termine el fútbol, me vuelvo a España. Ya no lo tengo tan claro. Dependerá de lo que nos ofrezca profesionalmente el país.
-Dos licenciaturas. Algo de partido podría sacarle.
-De los títulos no se aprende mucho. Me saqué derecho en seis o siete años y siento que conseguí licenciarme, pero que no sé mucho más. Quiero aprovechar estos dos años para formarme en derecho deportivo. Creo que ese es el campo profesional en el que me gustaría estar después.
-Del periodismo, ¿ni hablar?
-Realmente es lo que más me gusta de todo, pero soy consciente de que es muy complicado que pueda dedicarme a eso. Empezar desde cero requiere un nivel salarial y de dedicación que yo ahora no puedo permitirme. Tengo una familia que sostener, no puedo ser un becario que se pasa todo el día fuera para llevar a casa 600 euros. Pero sí, haga lo que haga, querría mantener algún vínculo. No sé, colaborar de alguna manera para estar ligado a A Coruña y al deporte gallego.
-¿Y qué medio le atrae más?.
-La radio, sobre todo. También me gusta la prensa escrita. La televisión es lo que me llama menos.