El partido fantasma entre las dos Coreas que los surcoreanos solo podrán ver en DVD

Rodrigo Errasti

DEPORTES

KFA HANDOUT | EFE

Clasificatorio para el Mundial 2022 y ante un estadio vacio por la prohibición del régimen de Pyongyang, solo estuvo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino

15 oct 2019 . Actualizado a las 16:42 h.

Casi 30 años después se jugó un partido de fútbol entre Corea del Norte y Corea del Sur pero fue invisible. El esperado duelo de Pionyang, el primero en suelo norteño desde octubre de 1990, se convirtió en encuentro fantasma ya que el régimen norcoreano decidió no televisarlo en directo después de haber prohibido el acceso al estadio Kim Il-sung a sus propios ciudadanos. En pleno 2019 apenas se pudo saber nada en tiempo real... aunque tampoco es una novedad para los norcoreanos. El régimen de Kim Jong-un es muy estricto y no acostumbra a emitir en directo los partidos de la selección. De hecho, el último ante Líbano (que terminó con un triunfo por 2-0) se pudo ver con un día de retraso).

Las relaciones deportivas habían jugado un papel clave en el deshielo diplomático entre los dos países. De hecho, las dos Coreas decidieron tener su primer equipo olímpico unificado con ocasión de los Juegos de Invierno de 2018 en Pyeongchang, pese a que técnicamente se mantienen aún en guerra desde hace casi 70 años. Fue la ocasión para los atletas de las dos Coreas para desfilar juntos durante la ceremonia de apertura, detrás de una bandera de la unificación mostrando una península unida y sin fronteras.

Incluso hace algo más de un año, en septiembre del 2018, los dirigentes norcoreano Kim Jong Un y surcoreano Moon Jae-in anunciaron que optarían en una candidatura conjunta a los Juegos Olímpicos de verano del 2032 en un proyecto que exigiría un nivel de cooperación y de confianza mutuos sin precedentes entre los dos países «El Sur y el Norte han convenido participar conjuntamente y activamente en las competiciones internacionales, incluidos los Juegos Olímpicos del 2020 y cooperar con vistas a una candidatura común para albergar juntos los Juegos del 2032», señaló aquel texto, sin aportar ninguna otra precisión.

Pero en los últimos meses las posturas se han alejado ya que Kim Jong Un no mejora en sus negociaciones sobre desnuclearización con el presidente estadounidense Donald Trump y castiga su vecino del sur, que tiene en Estados Unidos su principal socio militar. Por esa situación, Corea del Norte decidió no emitir visados especial para ningún surcoreano... que no fuera futbolista o parte del cuerpo técnico. Si tenía autorización del régimen para acceder al palco del estadio, según informó el Gobierno surcoreano, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. De este modo, sin televisión ni radio, los canales de información eran los digitales: las cuentas de Twitter y webs de FIFA, de la confederación asiática (AFC) y la de Federación de Corea del Sur (KFA). Durante 15 minutos no se supo nada una vez había iniciado el partido y aunque el retraso se arregló apenas se supo más allá de que no había nadie en las gradas, que hubo una amarilla para Ri Yong-jik y que en el segundo tiempo los visitantes fueron a por el partido con el delantero del Salzburgo Hwang Hee-chan.

Algunos pensarán que casi fue mejor que el duelo, correspondiente a la tercera jornada del grupo H dentro de la segunda ronda clasificatoria en Asia para el Mundial del 2022 que finaliza el próximo mes de junio, no se pudiera ver ya que empataron sin goles. Ante tamaño espectáculo queda la duda de si Corea del Norte, tal como ha prometido, entregará un DVD con las imágenes a Corea del Sur, selección dirigida por el portugués Paulo Bento. Mucho tendrían que cambiar las cosas de cara al partido de Seúl (el 4 de junio de 2020, semanas antes de los Juegos de Tokio) entre ambos países para que la propuesta de la KFA de coorganizar el Mundial femenino de 2023 sea algo más que un sueño lejano entre dos vecinos que conviven separados desde 1945 en la península coreana.